El número de contagios se disparó ayer en la Ribera. Hay que retrotraerse muchas semanas atrás para encontrar una jornada en la que se sumaran diez nuevos positivos en la comarca. Por tanto, no cabe despreciar el dato. El temor ha vuelto a despertarse y las autoridades reclaman extremar la prudencia. El número más importante de infectados se ha detectado en Guadassuar, donde siete miembros de una misma familia han tenido que aislarse en sus domicilios para evitar que la pandemia se expanda. En Cullera, también dentro de una unidad familiar, se conocieron ayer tres casos más. En ese caso han quedado confinados en un chalé de la urbanización Cap Blanc, según ha podido confirmar este periódico. Los alcaldes llaman a la calma, aunque también reclaman que se redoblen las medidas de aseo y precaución personal.

Sin ingreso hospitalario

El brote detectado en Guadassuar afecta a siete miembros de un mismo núcleo familiar, los cuales se mantienen aislados en sus hogares ya que, por el momento, ninguno ha necesitado atención hospitalaria. Por lo que respecta a sus contactos más estrechos, ya han sido localizados por las autoridades sanitarias para que puedan realizarse las pruebas médicas que determinarán si el virus se ha extendido más allá de esa familia.

Según informaron ayer fuentes municipales, los brotes responden a casos aislados. Al tratarse de un grupo del mismo núcleo familiar, resultará mucho más sencillo contener el avance de la enfermedad. Asimismo, insistieron en que la situación está controlada y que los protocolos han funcionado correctamente, gracias a la colaboración de los propios afectados. Tras realizar un llamamiento a la calma y a la responsabilidad, también subrayaron la importancia de extremar las precauciones.

«Es comprensible que la gente esté cansada de no poder ver como antes a sus amigos y familiares, pero no podemos relajarnos porque la lucha contra el virus depende de la responsabilidad de cada persona», incidieron las mismas fuentes.

En la costa

En Cullera ya son seis los infectados de coronavirus. Cuando todo parecía indicar que los tres inmigrantes infectados por el Covid 19 en una ONG de Cullera iban a recibir el alta, ha aparecido un nuevo brote que afecta a tres miembros de una misma familia, que permanecen confinados y controlados por las autoridades sanitarias. Viven en una inmueble unifamiliar de la costa. Los tres han dado positivo en las pruebas de diagnóstico que se le han practicado y permanecen en aislamiento domiciliario.

El ayuntamiento ha hecho un nuevo llamamiento a los ciudadanos para que sigan las recomendaciones sanitarias y no bajen la guardia a la hora de lavarse las manos y de hacer un uso adecuado de la mascarilla. «La situación ha sido controlada desde el primer momento», subrayan las autoridades locales, que prefieren hablar de «casos aislados y no de un brote ni de una transmisión comunitaria». Añaden que los protocolos están funcionando debidamente «y prueba de ello es la rápida detección y control de estos casos».

Cullera, que fue pionera en recomendar siempre el uso de la mascarilla, ha venido intensificando los controles». Según el consistorio, «este caso conocido es aislado» y, por tanto, lanzan «un mensaje de tranquilidad». E insisten en que el éxito de las medidas para luchar contra el virus dependen de la responsabilidad individual de todos. «Pedimos a la ciudadanía, que en su mayoría está siguiendo y cumpliendo estas normas de forma estricta, que sigan colaborando».