La ciudadanía no siempre se toma bien aquello de que un ayuntamiento le dé responsabilidades, pero los estudios realizados por los biólogos amparan este tipo de decisiones: alrededor del 80 % de los focos de mosquito tigre se localizan en entornos privados.

No vale, por tanto, la cantinela que utilizan algunos vecinos o políticos de la oposición de «el ayuntamiento tiene que fumigar más». El consistorio realiza controles y tratamientos, a través de la empresa concesionaria, desde abril hasta noviembre. Pero el problema se encuentra en ese dato. Por mucho que se realicen tratamientos en aquellos lugares públicos donde aparecen los focos de mosquito tigre, todavía queda un 80 % de larvas que se van a convertir en adultas. «Nosotros vamos a seguir trabajando como hasta ahora, pero los vecinos tienen que ayudarnos a reducir esos focos al máximo», comenta al respecto la concejala de Salud, Gemma Alós.