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Análisis

Inestabilidad política eterna

Otro tripartito repite el modelo de la última legislatura y asalta el poder con una moción de censura - La alcaldesa, Vanessa Baixauli, (PP) califica el nuevo acuerdo como un "pacto del bolsillo"

Inestabilidad política eterna

Montroi solo cambia de gobierno en mitad de la legislatura. No parece casualidad que, cuatro años después de acceder a la alcaldía fuera de plazo electoral, el Partido Popular vaya a ser desalojado del ejecutivo. La inestabilidad política se ha instalado en el pequeño municipio de algo menos de tres mil habitantes. Ninguna formación convence lo suficiente al electorado como para alcanzar la mayoría absoluta. Los partidos, además, parecen incapaces de alcanzar pactos duraderos que permitan desarrollar proyectos a largo plazo.

El último lustro ha estado marcado por esa tendencia: cambios de gobierno a deshora. Desde las mayorías absolutas de Antonio Polo para el PSOE, la estabilidad política ha desaparecido. El exalcalde abandonó las filas socialistas al verse salpicado por un caso de corrupción urbanística en la localidad. Con una lista independiente, fue el ganador de las elecciones en 2015 aunque se quedó en minoría. El resto de partidos, el PP y dos formaciones independientes, no alcanzaron ningún acuerdo tras los comicios. Pese al pequeño tamaño de la localidad, existe un gran número de formaciones independientes que surgen de desencantados de un u otro signo. Logran retener a algunos de sus antiguos seguidores y alcanzan el poder suficiente para determinar las mayorías políticas que dirigirán el ayuntamiento.

Una cruenta enfermedad obligó a Polo a delegar la vara de mando en Antonio Carrascosa, que apenas sumaría un año como alcalde accidental. El fallecimiento del alcalde obligó a realizar una nueva investidura y en ese momento otros tres partidos tomaron la iniciativa. Vanessa Baixauli, del PP, se alzó con el gobierno municipal.

Socios que se vuelven a la contra

El mismo escenario se repite ahora. Las elecciones de 2019 ofrecieron un resultado tan fragmentado que la gobernabilidad se hacía inviable sin pactos. Pero ningún partido fue capaz de alcanzar un acuerdo que aportara estabilidad al ejecutivo. Por mayoría simple, Baixauli fue elegida alcaldesa.

Y como ya ocurriera en 2015, la aventura solo ha durado un año. Carrascosa recuperará la alcaldía, en esta ocasión bajo las siglas del PSPV, en cuestión de días si no se produce un giro inesperado de los acontecimientos. Lo hará gracias al acuerdo, que se pondrá en práctica tras una moción de censura, alcanzado con dos de los tres partidos independientes que forman la corporación: Tots Som Montroi y Gent de Montroi. Uno de ellos está encabezado por el exalcalde Manuel Blanco, que lideró una nueva candidatura tras abandonar el PSPV por discrepancias con el funcionamiento de las primarias. Unas diferencias que ahora se han esfumado. El otro, liderado por Mauricio Durán, le dio la alcaldía a Baixauli hace cuatro años y ahora se la arrebata. Las lealtades son asombrosamente volátiles.

La todavía alcaldesa no duda a la hora de calificar este nuevo acuerdo como un «pacto del bolsillo». «Hemos trabajado para reducir el gasto un 1 % en el último año para nada. Ahora se instalarán en el gobierno y todos querrán sacar tajada de este movimiento. Seguro que veremos cómo a partir de ahora se incrementará el capítulo de sueldos», pronosticó ayer Baixauli.

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