La movilidad asociada a la temporada veraniega ha provovocado un grave problema sanitario en Càrcer, donde ayer ya se contabilizaban dieciocho contagiados, más otro registrado en la vecina Alcàntera de Xúquer. El origen es la vuelta a casa tras un periodo de vacaciones, aunque el principal foco de contagio cabe atribuirlo a un bar nocturno al que acudieron decenas de jóvenes hace una semana. El primer infectado manifestó un cuadro clínico compatible con la Covid-19, aunque todos los demás infectados hasta el momento se muestran asintomáticos. La inmensa mayoría de los afectados se sitúa en la veintena de años. El crecimiento exponencial de las personas confinadas forzó ayer al ayuntamiento a decretar el cierre de todos los edificios públicos y la suspensión de todas las actividades programadas en la vía pública.

El rastreo de las personas con las que habían entrado en contacto los contagiados ha llevado a Salud Pública a practicar numerosas pruebas PCR, por lo que no se descarta que puedan sumarse nuevos afectados en los próximos días. El alcalde de Càrcer, Josep Botella, lamentó ayer la «falta de una estrategia de actuación clara» que permita controlar más estrechamente a los infectados asintomáticos y la ausencia de «herramientas legales y recursos para poder hacer frente a una situación tan grave».

Sin medidas de prevención

Càrcer comparte seis policías locales con Alcàntera. La plantilla no es suficiente para vigilar el cumplimiento estricto de las medidas de prevención sanitaria y de distanciamiento social. Parece evidente que los jóvenes que el jueves y viernes de la semana pasada compartieron espacio en el bar señalado como principal foco del contagio con los amigos infectados que regresaban de disfrutar de sus vacaciones no respetaron ni la distancia de seguridad ni la obligación de usar mascarillas, según han reconocido algunos de ellos, en locales que registran una gran aglomeración de público. «Puede comprenderse que tengan ganas de irse de fiesta, pero no parece aceptable ni razonable que salgan de casa sin medidas de protección», apunta el alcalde.

Ese escenario ha provocado la transmisión comunitaria en Cárcer. Todos los afectados tienen menos de treinta años menos uno que tiene más de cincuenta. La Conselleria de Sanitat, notificó ayer cuatro positivos en Càrcer «de origen vacacional», dado que transcurren varios días desde que los contagios confirmados por PCR aparecen en la estadística oficial.

«Ni el alcalde ni los agentes de seguridad conocemos el nombre de los afectados. No disponemos de esa información, que sería determinante para comprobar que se respetan los catorce días de confinamiento impuestos a los afectados», lamentó ayer Botella. El ayuntamiento reaccionó con rapidez al ser informado por las autoridades sanitarias del crecimiento exponencial del brote. A mediodía de ayer, en un comunicado oficial decretó el cierre de los edificios públicos municipales y las instalaciones deportivas, incluida la piscina municipal.

Sn concierto

Las autoridades locales también suspendieron el concierto de la banda de mañana, viernes, e impusieron que las comunicaciones con el ayuntamiento se realicen ahora por vía telefónica y telemática, dado que la atención presencial ha quedado suspendida hasta que esté controlado el brote.