El listado de festejos suprimidos este año debido a la pandemia será enorme. A él se suman ahora la procesión y la ofrenda que cada año realizan los vecinos de Corbera a la Mare de Déu del Castell.

Cambreres de la Mare de Déu, el cura de la parroquia de los Sants Vicents y representantes del ayuntamiento se reunieron esta semana para analizar la situación. De forma consensuada y «por el bien del pueblo», acordaron suspender la ofrenda y la procesión en honor a su patrona, que se realizaría los días 7 y 8 de septiembre, respectivamente. «Esta decisión se toma apelando a la responsabilidad para evitar concentraciones de personas en lugares como la iglesia o el ayuntamiento, donde no se puede garantizar la distancia social y, por tanto, la seguridad de la gente que se acumula para ver los dos acontecimientos multitudinarios de las fiestas del pueblo», explicaron fuentes municipales.

Eso no quiere decir que el espíritu festivo vaya a desaparecer por completo de la localidad durante estos días. Se adaptará a la situación sanitaria. Se realizará una ofrenda floral diferente, pensada para decorar la fachada de la iglesia a lo largo del día 7 de septiembre. A lo largo de las próximas semanas se elaborará un horario, con frajas divididas y diferenciadas, para que participen asociaciones o personas a título individual.