El Slainte, la embarcación de los hermanos Alejandro y Marcos Grau, fue el vencedor del XIII Trofeo Cullera Esports, que se disputó el pasado sábado entre Cullera y Oliva, con regreso a la localidad de la Ribera Baixa. Por un ajustado margen de diferencia la plata se la llevó el Espitos Uno de Jeroni Camarena y el bronce fue para el Barbablu de Carlos Pavía.

La prueba empezó hacia las 11,30 horas de la mañana. La jornada estuvo caracterizada por un viento estable, de entre 10 y 12 nudos. El Barbablu y el Slainte iban a la cabeza de la flota, aunque poco después el Barbablu se distanció del resto. Optó por ir mar adentro, mientras que el Slainte fue navegando más cerca de la costa.

Tras más de cuatro horas de regata y 30 millas de navegación, el velero de Carlos Pavía fue el primero en cruzar la meta en tiempo real en Cullera, cuando faltaban unos pocos minutos para las 16 horas. Aunque no consiguió sacar tiempo suficiente para vencer una vez aplicado el «rating» (un sistema de tiempos compensados que se aplica para igualar las características técnicas de los barcos).

El Slainte entró segundo y 16 minutos después lo hacía el Espitos Uno. De hecho, y a pesar de que fueron más de cuatro horas de regata, una vez aplicado el «rating», el Slainte venció al Espitos Uno por un margen de treinta segundos, una estrecha diferencia que deja entrever lo ajustada que estuvo la prueba celebrada en la jornada del sábado entre Cullera y Oliva.

Lasalada, diez horas de travesía

Además de estos tres barcos que coparon el podio, completaron la prueba el Tortooga, que quedó en cuarto lugar, y Lasalada, que llegó quinto. Esta pequeña embarcación llegó a Cullera hacia las 22 horas, tras más de diez horas de regata.