El Ayuntamiento de Alzira ha denunciado la suciedad de las aguas que bajan por el barranco de Barxeta y el río Verde, con una carga excesiva de materia orgánica que, junto a las altas temperaturas, está provocando malos olores y merman la calidad de las aguas del Xúquer a su paso por la capital de la Ribera Alta. Por otra parte, el concejal de Medio Ambiente, Pep Carreres, actual presidente de la comunidad de usuarios de la depuradora que trata las aguas residuales de Alzira, Carcaixent, la Pobla y Villanueva de Castellón, ha señalado además que los vertidos «fuera de control» de algunas empresas a la red pueden generar problemas en el funcionamiento de las depuradoras al afectar a la flora bacteriana que actúa el proceso de regeneración del agua y comprometer la calidad de los caudales del río.

El consistorio ya ha solicitado analíticas para constatar el mal estado de las aguas tanto del Barxeta como del río Verde -que Carreres atribuye a vertidos que se realizan en otras localidades aguas arriba- de forma que la denuncia que plantea no se base en una simple observación. «Hemos tenido conocimiento de vertidos fuera del control de las depuradoras y, aunque la coyuntura sanitaria actual provocada por la Covid-19 haya reducido los recursos disponibles, desde Medio Ambiente denunciamos estas situaciones que se deben resolver», incidió el concejal de Medio Ambiente, Agricultura y Transición Ecológica en el consistorio alcireño.

Exceso de carga contaminante

Carreres advierte de que no se trata solo de un problema de falta de depuradoras en la subcuenca del barranco de Barxeta, aguas arriba de Alzira, «sino también de vertidos con un exceso de carga contaminante que afectan precisamente a la flora bacteriana de las instalaciones de depuración». El consistorio alcireño instó ayer a las administraciones y a las empresas implicadas a tomar medidas para corregir esta situación.

El edil defendió que por muchos esfuerzos que el Ayuntamiento de Alzira realice para controlar los vertidos, los que se efectúan en otros municipios aguas arriba acaban igualmente en el río, por lo que señaló que todos los ayuntamientos deberían tomar medidas para que esto no suceda. Carreres no se conforma con que la situación tanto del Barxeta como del río Verde venga de lejos y defiende que es el momento de dar «una vuelta de tuerca» para tratar de corregir estos problemas para mejorar su estado.

Junto a los vertidos «fuera de control» que, según incide, están produciendo en otros municipios Carreres indice en la segunda vertiente del problema y alerta que la llegada a la depuradora de aguas residuales que no están en condiciones al no haber sido tratadas por las empresas que las generan, puede poner «al límite» la infraestructura comarcal.