Según detallaron fuentes sindicales a Levante-EMV, el Hospital de la Ribera apenas cuenta con enfermos de Covid-19 en estos momentos. De hecho, los ingresados por coronavirus ni siquiera llegan a la decena. Además, ninguno de ellos permanece en la UCI. No obstante, ni la conselleria ni el hospital lo confirmaron. Una situación dista mucho de la vivida hace unos meses, ya que durante el mayor pico de la pandemia el número de contagiados graves superaba, con creces, el total actual.

La afluencia al hospital de casos sospechosos es constante. A diario son varias las personas que llegan a urgencias con síntomas compatibles con los ocasionados por el virus. «Se realizan muchas pruebas PCR, pero la mayoría dan resultados negativos. Además, gran parte de los afectados ni si quiera necesita hospitalización», resumieron las mismas fuentes. Pese a que los casos activos han crecido progresivamente en las últimas semanas, son muy pocos los que han requerido un ingreso hospitalario y, normalmente, debido a la existencia de patologías previas.

No obstante, el escenario actual dista de ser el idóneo. La falta de rigor a la hora de aplicar las directrices sanitarias de una parte de la sociedad hace presagiar un nuevo escenario en el que el número de enfermos que requieran un ingreso será mucho mayor.

Acopio de material

Todos los departamentos sanitarios de la Comunitat Valenciana cuentan con un plan de contingencia para actuar si la evolución de la pandemia empeora de manera considerable. En ese sentido, en el centro ribereño se pondrán en marcha algunas reformas para mejorar la calidad asistencial.

El hospital de Alzira ha destinado una planta para atender a pacientes positivos y a pacientes con sospecha de Covid-19. En los próximos días, se realizarán actuaciones para ampliar el espacio. Algunas habitaciones se reconvertirán para que tengan a su disposición el equipo adecuado que pueda ofrecer al enfermo con graves dificultades respiratorias la misma atención que en la UCI.

«Todo esto se realiza a nivel preventivo. Cuando la conselleria alertó de que nuestro hospital, según sus previsiones, se iba a colapsar no fue así. La primera oleada se aguantó y, aunque la presión fue muy elevada, no llegamos al punto de estar saturados. Así que, si entonces no nos vimos desbordados, confiamos en que ahora tampoco sea el caso. Además, contamos con una gran cantidad de material almacenado, estamos preparados», incidieron las mismas fuentes. Cabe recordar que el hospital, incluso, logró la cesión de un local municipal del Ayuntamiento de Algemesí en el que concentra dicho material.

El principal inconveniente que surge con el coronavirus tiene que ver con el tiempo. Los ingresos son de larga duración, al menos un par de semanas. Por lo que el hospital se ha visto obligado a aplazar algunas intervenciones quirúrgicas y atender únicamente las que se consideraban de mayor gravedad, relacionadas con urgencias y enfermedades crónicas. «Es uno de los daños colaterales de la pandemia. Nos encontramos con unas Urgencias cada vez más saturadas, al igual que los centros de salud, y con patologías que se agravan, en algunos casos porque la gente ha tenido miedo de acercarse para ser atendido», concluyeron las fuentes.