El Hospital Universitario de la Ribera puso ayer en funcionamiento una nueva máquina de resonancia magnética. Se trata de un equipo de alta gama en el que el centro hospitalario de Alzira ha invertido más de un millón de euros y que supone la incorporación en la comarca de la última tecnología en este ámbito.

«Esta resonancia, que sustituye a una de las dos con las que ya contaba el Hospital de Alzira y que estaba obsoleta, supone un salto cualitativo en la dotación tecnológica del centro, con importantes ventajas tanto para los pacientes como para los profesionales», explicó al respecto la jefa del Servicio de Radiología del jospital de Alzira, Eva Llopis.

De ese modo, esta nueva resonancia magnética ofrece una calidad de imagen superior, con claridad y velocidad digital, permitiendo reducir en un 30 % el tiempo en el que se realizan los estudios radiológicos. «Ello va a suponer aumentar la confortabilidad del paciente al tiempo que, al realizar estudios más rápidos, se incrementará el número de pruebas radiológicas que el Hospital podrá realizar», subrayó Llopis.

Junto a ello, el nuevo equipo cuenta con luces ambientales («ambient ring») y un túnel («gantry») de 70 cm, mucho más amplio que en las resonancias convencionales, «que va a permitir reducir la sensación de claustrofobia en el paciente y paliar su ansiedad durante los estudios radiológicos», añadió la doctora.

Del mismo modo, la nueva resonancia permitirá realizar estudios angiográficos sin necesidad de utilizar contraste y estudios cardiológicos sin que el paciente deba aguantar la respiración para llevarlos a cabo, «aspecto éste que limitaba mucho la capacidad de este tipo de estudios y que va a mejorar la capacidad diagnóstica de la prueba», afirmó la jefa del Servicio de Radiología.

El nuevo sistema permitirá optimizar la obtención de imágenes ya que se minimizan las distorsiones generadas por los posibles movimientos del paciente.