El virus afecta al séptimo ayuntamiento

Albalat de la Ribera detecta un positivo en una trabajadora - Alfarp reabre hoy sus oficinas tras descartar más contagios

El Ayuntamiento de Càrcer es uno de los que ha cerrado sus puertas por el virus.

El Ayuntamiento de Càrcer es uno de los que ha cerrado sus puertas por el virus. / perales iborra

r. s. | Alzira

Las administraciones locales no se libra del coronavirus y ya ha hecho mella en, al menos, siete ayuntamientos de la Ribera. El último en verse afectado ha sido el de Albalat. Cierres, protocolos de prevención y pruebas PCR adquieren cada vez más protagonismo.

Según explicó ayer el alcalde de Albalat, Felip Hernandis, el positivo se produjo en una trabajadora del consistorio que, al iniciar su turno el pasado lunes, ya avisó a uno de los concejales que tenía cierto malestar. Acto seguido se fue al centro de salud de la localidad, donde se le realizaron las pruebas diagnósticas que, finalmente, dieron positivo. «Hemos activado el protocolo y las medidas que nos han marcado las autoridades sanitarias. Ya se han localizado a las personas que han podido tener un contacto directo con esta persona y se han tomado las medidas oportunas. Se ha actuado con la mayor rapidez posible para controlar los posibles contagios», admitió el munícipe.

El caso en el seno del ayuntamiento de Albalat no es el único que ha acontecido este verano. Ya sea por contagios directos o por sospechas, son varios los consistorios que se han visto afectados. Hace más de un més ocurrió en Sueca, cuando el positivo de un empleado se tradujo en un cierre preventivo de la casa consistorial. Hasta que no se comprobó que el resto de la plantilla municipal estaba libre de coronavirus no se reabrieron las dependencias.

A este caso se han ido sumando otros con el paso del tiempo. En Càrcer, ni siquiera hizo falta un positivo para que se cerraran las puertas del ayuntamiento. Cuando uno de los funcionarios recibió la llamada de los rastreadores del virus para comunicarle que era contacto estrecho de un contagiado, el gobierno que encaza Josep Botella ni se lo pensó: puertas cerradas. Afortunadamente, todo quedó en un susto, pero la localidad se vio afectada por un brote de gran magnitud.

Varios positivos en Sumacàrcer

Tampoco hubo contagio confirmado en Algemesí, aunque el consistorio se cerró tras detectarse un positivo en un establecimiento hostelero frecuentado por los empleados municipales. De nuevo, primó la prevención. Finalmente, se reabrió con normaliad tras la correspendiente ronda de test negativos.

Donde sí hubo contagios fue en Sumacàrcer. Un primer positivo en un empleado dio la alarma y se tradujo en otros cinco, entre ellos una teniente de alcalde. Con el primero, el alcalde, David Pons, decretó la suspensión de la atención al público de las dependencias municipales.

Más recientes son los casos en el Marquesat. Uno, por el momento, parece haber sorteado la propia casa consistorial, aunque sí ha afectado a su máxima autoridad. El alcalde de Llombai, José Fores, confirmó recientemente haber contraído el virus. En la actualidad sigue aislado, junto a su familia. También esta semana el virus se adentraba en el Ayuntamiento de Alfarp. Un empleado público dio positivo y, nuevamente, se optó por la prudencia. Durante estos días se han realizado pruebas al resto de la plantilla. Los resultados han sido negativos, por lo que el consistorio abrirá sus puertas al público a partir de hoy.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents