Se han publicado artículos muy interesantes sobre la Copal de Algemesí y deseo manifestar mi apoyo

y mi opinión porque, como ya dije, nuestra cooperativa nos necesita a todos. Estas informacines se concretan en dos ideas:

A) La ciudad apuesta por una reconversión varietal que introduzca los cítricos «premium», los de color y clementinas tardías para adaptarse a las demandas del mercado.

B) La agrupación de parcelas también se contempla, pero hay más resistencia, se dice que resultará más complicado, y que produce escepticismo en parte del sector.

La primera opción ha estado siempre a disposición de todos los socios, se han hecho toda clase de cambios varietales y no han sido eficaces, la misma Copal decía que los productos estrella eran la causa de la crisis de la superproducción. Estas variedades están muy bien, pero primero preparemos las parcelas para un trabajo industrial. El escepticismo y la duda viene de que el propietario lo decidía todo, pero ahora, formará parte de la comisión de su parcela, en la que su opinión y sus experiencias no se van a perder; funcionarán como un equipo y contratarán con expertos en podas, injertos, pulverizaciones, plagas, etc. También existirá maquinaria agrícola. Lo más correcto es que se impliquen en sus parcelas y cobren sus trabajos. Su objetivo principal es procurar productos de calidad y buen tamaño, al mismo coste de una producción buena. Los miembros de cada parcela se reunirán en torno a una mesa para resolver ideas y tomar acuerdos. Las primeras servirán de modelo a las otras. Si se convencen los escépticos, serán los principales propagadores.

Pensemos por un momento en la situación actual: se pierde dinero en la producción, la tierra no tiene precio, por otra parte, contamos con las mejores instalaciones agrícolas en España y los mejores productos agrícolas. No podemos fracasar; hace tan solo unos pocos años, pertenecer a la Cooperativa de Algemesí era un privilegio para los socios. Ahora nos toca hacer un esfuerzo extraordinario para hacer rentable el tesoro escondido que hay en nuestras tierras. Esta situación no es culpa de nadie, son las circunstancias de un comercio mundial globalizado y hay que adaptarse al mismo.

Celebramos con mucha satisfacción que muestra Corporación Municipal tome parte en la solución de este problema, esto es muy importante, porque implica que la Cooperativa se abra más a la sociedad, esto parece una perogrullada, pero no lo es, a pesar de la gran cantidad de socios de Copal y de la Caja Rural, era evidente que había mucho secretismo; posiblemente para evitar molestias a los socios, hacer las cosas muy fáciles y evitar problemas, ¿pero con esto ya hemos terminado?

Pensemos que estamos en un momento histórico, bueno para empezar. La cooperativa empezó en 1919, el 5 de enero, pero se pensó en plena peste de 1918. Ahora estamos en plena Covid-19 y se va a intentar una renovación muy importante, necesaria y urgente para poder comenzar el segundo centenario de nuestra institución y salvar la principal riqueza de Algemesi. Si alguna idea no queda clara, estoy disponible para aclararlo con el Sr. presidente de Copal, Vicente Bomboi.