Amparo Sanz es una joven de València que acabó sus estudios de Farmacia hace dos años y que este verano participa activamente como voluntaria ambiental en los trabajos que le asignan en las montañas y parajes naturales del término municipal de Alzira. Los voluntarios tienen cubierto el almuerzo y la comida pero, según subraya la joven, «yo pagaría por esto, la recompensa de estar en la montaña es brutal».
«Es precioso ayudar a la prevención, pero enriquecerte con todo lo que te explican los monitores y pasar de simplemente ver una montaña a conocerla, es lo que más me llena», comenta.