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Retrospectiva La regata vista en blanco y negro

La regata «Bahía de los Naranjos» que se celebra hoy alcanza medio siglo de vida convertida en una prueba de referencia

Retrospectiva La regata vista en blanco y negro

Los amantes a los deportes náuticos de la Comunitat Valenciana tienen desde hace décadas marcado en rojo el mes de septiembre y, en concreto, su primer fin de semana. Las aguas de Cullera acogen desde hace 50 años la regata «Bahía de los Naranjos», una prueba única y especial no sólo por las condiciones de navegación que ofrece la bahía sino, además, por las características especiales que tiene la regata en sí, una regata cuyo premio para el ganador es una Carabela de Plata, un preciado trofeo que todos los aficionados desean tener en sus vitrinas.

Las condiciones especiales del triángulo de regatas hacen que la misma pueda ser seguida por curiosos y amantes del deporte de la vela desde la propia orilla de la playa. Esta competición, organizada por el Club Náutico de Cullera, se convierte en una auténtica regata de referencia dentro de la vela valenciana, siendo una de las dos más antiguas de cuantas se celebran en el ámbito autonómico y la más antigua en cuanto a regata de cruceros. Este año cumplirá una efeméride especial al celebrarse cinco décadas de la misma de forma ininterrumpida. A pesar de ello, desde el CNC advierten de que «la celebración social va a ser muy reducida debido a los problemas de la pandemia y las medidas sanitarias».

El gerente del Club Náutico, José Bartolomé, confirma que «no se producirá la tradicional entrega de trofeos, sino que simplemente se pasará a los participantes la clasificación y, en la próxima regata, cuando se haga la reunión de patrones, se hará la entrega de la Carabela de Plata, así como de los correspondientes trofeos a los participantes». La regata tendrá lugar hoy sábado, aunque no contará con la tradicional cena de final de regata y reparto de trofeos.

Cinco décadas de regata

La regata nacía como tal en 1970, en pleno «boom» turístico y gracias al empeño de unos amantes de la vela que, desde el propio club náutico, se decidieron a emprender una regata especial en la que la navegación era lo más importante, además de las ganas de poder pasarlo bien disfrutando de una pasión y una afición única como es el de la vela en un mar tranquilo como las aguas de la entonces conocida como Bahía de los Naranjos.

La celebración de este aniversario tan especial para la regata del Club Náutico Cullera ha levantado tan gran expectación que se espera que el número de participantes doble el de ediciones anteriores, destacando no solamente la participación de los miembros del Club Náutico que organiza la prueba, sino también una importante colonia de embarcaciones llegada desde el Club Náutico de València o de otros clubes importantes de la geografía valenciana como pueden ser Gandia o Dénia, entre otros.

30 años sin un ganador local

Una de las principales anécdotas de esta regata es que desde el año 1986 en que Federico de Grado ganase la misma con el velero «Pairo», no se repetía ganador local en la general absoluta hasta que en el 2016, treinta años después, fue de nuevo el «Slainte» de los hermanos Grau el que se alzaba con la Carabela de Plata. A pesar de que la flota del Club Náutico Cullera es la más numerosa de cuántas participan en esta regata, esta anécdota viene a marcar el gran nivel de los participantes que llegan para participar.

El propio Federico de Grado, durante casi ocho años delegado de Vela del club, ha destacado el hecho de que inicialmente «la regata se realizaba durante el mes de agosto, enmarcada en la 'Semana deportiva' y en la que participaba el club organizandor este regata. Un mes en el que los amantes del mar aprovechábamos para navegar, con lo cual éramos pocos los que nos encontrábamos en Cullera y, por ese motivo, se decidió cambiar la fecha de agosto a septiembre, lo que no solamente tuvo una buena acogida sino que además se convirtió en un claro referente de la navegación en la Comunitat Valenciana».

Afición creciente

La regata «Bahía de los Naranjos» se ha consolidado en el calendario náutico de Cullera, pero también ha contruido notablemente a que la capital turística de la Ribera desarrollase una mayor afición por los deportes acuáticos, en general. De hecho, sin ella, mucha gente joven ni siquiera se habría acercado a este tipo de actividades recreativas.

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