«Nos subimos a un tren que administrativamente ya estaba en marcha y nos ahorramos trabajo y dinero». Así resumió el alcalde de Carcaixent, Paco Salom, la incorporación de su municipio al nuevo contrato mancomunado de recogida de residuos tras aceptar el ofrecimiento del ente comarcal, que se ha conseguido, dijo, «con un esfuerzo muy grande por parte de todos, tanto los técnicos municipales como de la Mancomunitat»para llegar a la fecha tope del 8 de septiembre.
«Nosotros estamos trabajando con un contrato prorrogado y no podemos exigir a la empresa lo mismo que en circunstancias normales. Al aprovechar el trabajo de la Mancomunitat ganamos ocho o diez meses en el procedimiento administrativo que, en esta situación, es muy importante», incidió Salom, mientras recordaba que el ente comarcal conocía el sistema «particular» que rige en Carcaixent, y que los vecinos decidieron mantener en una consulta popular impulsada por el ayuntamiento.
El tipo de licitación de Carcaixent por la recogida de residuos supera ligeramente el millón de euros al año, once en el cómputo de diez años (IVA incluido) que, sumada a los 9,2 millones del lote 1, elevan el total del contrato por encima de veinte millones de e uros. Si no se producen reclamaciones en el proceso de adjudicación, la nueva concesionaria podría asumir el servicio a principios del próximo año, aunque Salom se mostró prudente.
Las administraciones se ponen como fecha límite el 1 de abril cuando, salvo imprevistos, deberá estar activo todo el sistema informático para poder controlar la recogida puerta a puerta a través de los chips y el contrato opere ya a pleno rendimiento.
