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La recogida puerta a puerta llegará a 9 pueblos y los cubos llevarán un chip de identificación

El servicio «a la carta» de la Mancomunitat incorpora también los contenedores de "quita y pon" con la adhesión de Carcaixent

La recogida puerta a puerta llegará a 9 pueblos y los cubos llevarán un chip de identificación

La recogida de residuos sólidos urbanos puerta a puerta arrancará en enero en Càrcer y Alcàntera de Xúquer. Será la avanzadilla de un sistema que a partir del 1 de abril llegará también a los otros siete municipios de la Ribera Alta que finalmente se han adherido al mismo a través del contrato conjunto de recogida de basura «a la carta» que se dispone a licitar la Mancomunitat. La recuperación de este sistema de recogida que se utilizaba hasta no hace mucho en buena parte de los municipios llega con una novedad: los cubos que los usuarios saquen a la calle contarán con un chip de identificación que permitirá saber de qué vivienda proceden.

Por otra parte, la adhesión del Ayuntamiento de Carcaixent al contrato mancomunado con su singular sistema de recogida con contenedores temporales o de «quita y pon», ya que se sacan a la calle y se retiran todos los días, añade un atractivo a una licitación que el ente comarcal ha dividido en dos lotes -uno exclusivo para Carcaixent y el otro para el resto de localidades- y que, en conjunto, superará los veinte millones de euros al plantear un contrato de seis años con la posibilidad de cuatro prórrogas anuales, si bien las empresas pueden presentar ofertas por un solo lote o por los dos.

Contrato de gestión integral

La Mancomunitat de la Ribera Alta viene trabajando en un servicio de recogida de basura a la carta que unifique en un mismo contrato la gestión de todos los residuos ya que hasta ahora operaba a través de dos empresas diferentes. La licitación se ha demorado por la coyuntura sanitaria y el interés por propiciar la incorporación de un municipio como Carcaixent y ayer vencía el último plazo señalado para que los ayuntamientos interesados comunicaran su adhesión a cualquiera de las opciones. Finalmente son nueve localidades las que han optado por el sistema puerta a puerta ya que, junto a Càrcer y Alcàntera, las primeras que apostaron por este fórmula y donde se implantará primero la experiencia, también lo harán Alfarp, Antella, Llombai, Manuel, Sant Joanet, Sumacàrcer y la Barraca d'Aigües Vives.

Sólo dos municipios adheridos al servicio mancomunado mantendrán los contenedores fijos para todas las fracciones de residuos, se trata de Catadau y Gavarda, mientras que otra docena de pueblos han solicitado la recogida de papel/cartón y/o envases ligeros, pero no de la fracción orgánica que los municipios tienen la obligación de implantar ni de la denominada fracción resto, los residuos que acaban en el contenedor gris ya que disponen de otras alterantivas. En este caso se encuentran Benimuslem, Cotes, l'Ènova, la Pobla Llarga, Rafelguaraf, Sellent, Senyera, Tous, Turís y Castelló, mientras que Alginet únicamente ha solicitado la recogida de cartón. Por último, la corporación de Carcaixent aprobó el martes su adhesión al servicio mancomunado con el sistema de contenedores temporales actual. La junta de gobierno de la Mancomunitat tiene previsto aprobar hoy los pliegos de condiciones para licitar los dos contratos de recogida. En el caso del lote 1, el precio total de licitación asciende a 9,2 millones (IVA incluido) en los próximos diez años, mientras que el lote exclusivo de Carcaixent se eleva a once millones en este período. La Mancomunitat prevé poder adjudicar el contrato en noviembre y que a principios de año se inicie una implantación progresiva que arrancaría por Alcàntera y Càrcer.

Cada día un tipo de residuo

La recuperación de la recogida puerta a puerta es una de las grandes novedades del contrato -se considera más eficiente ya que los ciudadanos separan en casa y sacan a la calle cada día un tipo de residuo, según el calendario de recogida- mientras que otra singularidad es que, previsiblemente a partir de abril, los cubos que los vecinos de estas localidades tendrán para sacar a la calle cada noche los residuos, uno marrón para la fracción orgánica y un segundo recipiente para el resto de residuos, dispondrán de un chip que permitirá identificar la vivienda de la que proceden. Fuentes de la Mancomunitat indicaron que el objetivo de la medida no es sancionador sino, en el caso de que se detecten incidencias, poder ejercer una labor de educación ambiental para que los ciudadanos realicen correctamente la separación y saquen cada día los residuos que corresponda.

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