La mayor reivindicación en materia de infraestructuras viarias de toda la Ribera Baixa es ya una realidad con la entrada en funcionamiento de la variante Cullera-Favara de la A-38. El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, presidirá esta tarde (19 horas) la puesta en servicio de este nuevo tramo.
Con su apertura al tráfico se pondrá fin al tramo de carretera de toda la red viaria del Estado que prácticamente ha liderado durante los últimos años las estadísticas más negras en cuanto al número de muertes o heridos graves por accidente.
La apertura, además, representa un acto de justicia histórica. No solo con las víctimas que han perdido la vida en esta carretera, sino porque también supone la mayor inversión en materia de infraestructuras nunca hecha en Cullera y en la Ribera Baixa por parte de un Gobierno del Estado.
Descongestionar la entrada
El nuevo tramo permite no solo mejorar la seguridad viaria, sino que desde ahora la capital turística de la Ribera disponga de una entrada sur de un tramo de autovía, que sustituye el antiguo y complicado trazado de la Nacional 332.
El nuevo acceso ayudará a descongestionar la entrada norte, hasta ahora la única posible en el municipio desde la autovía, hecho que provocaba retenciones kilométricas cada vez que Cullera experimentaba una visita masiva de visitantes.
El acceso sur también evitará que se tenga que cruzar toda la ciudad para acceder a las playas por parte de los vehículos, los cuales hasta ahora no han tenido mucha más opción que la entrada norte para acceder a la circunvalación interna de la ciudad que lleva a las playas.
El tramo Cullera-Favara de la A-38 ha sido una reivindicación histórica abanderada por los dos gobiernos de Jordi Mayor, quien desde que fue nombrado alcalde de Cullera en 2015 estableció como una de sus máximas prioridades conseguir desbloquear las obras paralizadas cinco años antes.
El primer edil cullerense vaoró como «un hecho histórico» la puesta en funcionamiento de una autovía que hace tan solo una década «parecía una entelequia por su elevado coste y por el escaso interés de las administraciones superiores en los problemas de una comarca que hasta ahora había estado prácticamente invisible a escala nacional».
Obras reactivadas en 2015
Las obras se reactivaron en 2015 después de enviar Jordi Mayor, firmada de su propia mano, una carta directamente a la entonces ministra de Fomento, Ana Pastor, en la que le advertía de que pesarían sobre su conciencia las muertes y heridos graves que se produjeran en este tramo y le exigía que el Estado priorizara acabar con este punto negro fatídico.
«Aunque muchas veces daba la sensación que estábamos solos, conseguimos hacer ruido y convencer a las máximas autoridades de este país de que ahí no podía seguir muriendo gente», aseguró Mayor. «Por una vez podemos decir que el nuevo Gobierno de España sí ha estado a la altura de las circunstancias y ha cumplido al habernos dotado con la suficiente asignación presupuestaria para acelerar las obras y acabarlas», concluyó el alcalde.
