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Decisión

Alfarp clausura la granja de la que se escapan los toros al carecer de licencia

El ayuntamiento alega que el permiso de la explotación ha caducado y concede un mes al ganadero para trasladar las reses a otro lugar - Los vecinos alertan de la celebración de capeas

Alfarp clausura la granja de la que se escapan los toros al carecer de licencia

El Ayuntamiento de Alfarp ha ordenado la clausura de la granja de toros bravos de la que el lunes se escaparon tres reses, dos de las cuales permanecían ayer sin control por el término municipal, tras constatar que carece de la preceptiva licencia ambiental para ejercer esta actividad, según detallaron ayer fuentes municipales. La resolución por la que se decreta el cierre de las instalaciones concede al propietario un mes de plazo para trasladar a los animales que pueda tener en la explotación y le emplaza a abstenerse de cualquier utilización posterior de las mismas. La orden de cierre se produce tras un largo procedimiento iniciado hace más de un año cuando, tras un episodio similar al vivido estos días -entonces se escaparon un par de vacas-, el personal de la ganadería impidió el acceso a la Policía Local cuando se personó con el objetivo de realizar una inspección. Se da la circunstancia de que la presencia de esta ganadería ha provocado quejas por malos olores de residentes en diseminados del término de Alfarp mientras que algunos vecinos alertan de la celebración durante los últimos meses de algunas capeas. Levante-EMV trató de recabar la versión de la ganadería sobre estos hechos, si bien tras negar que los toros que se han escapado fueran suyos, colgaron el teléfono. Con todo, la orden de clausura, cuya notificación a la empresa ha coincidido con la última fuga de reses, se basa en la ausencia de licencia para ejercer la explotación de cría de toros bravos. Fuentes municipales explicaron que al estudiar la situación en que se encontraba la ganadería tras escaparse las vacas el año pasado se detectó que la licencia de granja había caducado y que, pese a haber mantenido reuniones con los propietarios para analizar como se podía regularizar la situación, la empresa no ha contestado a los requerimientos para que aportara la documentación necesaria.

«Ha pasado el tiempo y no han hecho nada», indicaron. Las mismas fuentes detallaron que, en paralelo, se ha detectado actividad en el interior de las instalaciones como el montaje de una plaza portátil en la que supuestamente se celebran capeas. «No disponen de licencia para haber montado la plaza, ni mucho menos para hacer capeas, aunque no entramos en eso», recalcó un portavoz municipal, mientras señalaba que en una ocasión ya se dio parte a la Guardia Civil que, al parecer, llegó a personarse en las instalaciones. Con todo, desde el Ayuntamiento de Alfarp subrayaron que la ausencia de licencia ambiental imposibilita cualquier otra actividad en este recinto. «Si hubiera mantenido la actividad aportando la documentación que se le requirió hubiera podido seguir con la cría de ganado, pero ahora no podrá hacer absolutamente nada», resumieron. El consistorio trasladará la resolución por la que ordena el cierre de la granja tanto al Seprona de la Guardia Civil como a la Fiscalía de Medio Ambiente.

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