La consellera de Sanitat Universal y Salud Pública, Ana Barceló, descartó ayer endurecer las restricciones impuestas por el ayuntamiento para frenar el crecimiento exponencial de contagios que se registra en el municipio desde hace dos semanas. De momento se mantendrá el cierre de los espacios públicos y la limitación de las reuniones sociales, aunque tampoco se descartan medidas más severas si empeoran los datos epidemiológicos. El registro de afectados se mantuvo ayer inalterable como consecuencia de una secuencia de fallos informáticos, por lo se mantienen los131 infectados que corresponden a casi una decena de brotes de origen social y familiar. La alcaldesa de Carlet, Maria Josep Ortega, y la concejala de Sanidad, Lola Navarro, se reunieron a mediodía de ayer, por vía telemática, con la consellera para evaluar las «medidas extraordinarias» aprobadas por el ayuntamiento para frenar la cadena de contagios. Ana Barceló avaló el cierre de los parques y jardines, la cancelación de todos los actos públicos y la limitación de los contactos sociales y familiares tanto en los espacios públicos como en los privados.

No obstante, la responsable autonómica de Sanitat subrayó la necesidad de que los carletinos cumplan medidas obligatorias como el uso de las mascarillas y el mantenimiento de la distancia social . También reclamó «la máxima reducción posible» de los contactos sociales y de los que se producen en el ámbito familiar más próximo, origen de la mayoría de los brotes detectados. «Solicitamos la máxima colaboración para restablecer el equilibrio en el número de casos diagnosticados», enfatizó Barceló. Frenar la curva epidemiológica es ahora la primera prioridad del municipio para no comprometer la campaña del caqui que está a punto de comenzar. Las calles ya se mostraban ayer más solitarias.