El brote de coronavirus detectado en la residencia de personas con diversidad funcional Carmen Picó de Alzira se cobró el domingo la primera víctima al fallecer uno de los usuarios que se encontraban ingresados en el Hospital de la Ribera. Se trata de una persona de alrededor de sesenta años que presentaba patología previas, según confirmaron ayer fuentes consultadas por Levante-EMV. Los primeros casos de este brote de la Covid-19 se detectaron el pasado 10 de septiembre y provocaron que se activaran los protocolos de seguridad en este centro de discapacitados que atiende a 70 usuarios -la residencia cuenta con 75 plazas, aunque cinco estaban vacantes en ese momento- e incluso que se reforzara la plantilla con personal de enfermería y la presencia de un médico durante cinco horas diarias. Los contagios han ido creciendo poco a poco a medida que pasaban los días hasta alcanzar los 33 casos en este brote, de los que 22 corresponden a usuarios y once a trabajadores. La plantilla de esta residencia que forma parte de la red de centros del?Instituto Valenciano de Atención Social-Sanitaria (IVASS) está formada en circunstancias normales por alrededor de setenta trabajadores. Fuentes municipales indicaron en un primer momento que había seis personas ingresadas en el Hospital de la Ribera procedentes de la residencia Carmen Picó mientras que, en la mañana de ayer, eran cuatro los usuarios que permanecían atendidos en el centro sanitario de referencia para los habitantes de la comarca. Como ya adelantó este periódico, el IVASS también activó los protocolos de seguridad en las residencias de Ontinyent y Manises al detectar un positivo entre los trabajadores de cada centro. El comité de empresa reivindicó la necesidad de agilizar el resultado de los test PCR que se realizan a los trabajadores y pidió que estas pruebas se praciten periódicamente sin necesidad de esperar a la aparición de un brote.