Sumacàrcer ha encadenado cuatro días consecutivos sin nuevos contagios por coronavirus -el brote que ha situado a esta población al borde del confinamiento se mantenía ayer con los mismos 21 casos positivos que había el jueves y tampoco en la actualización vespertina de la conselleria aparecieron nuevos focos- aunque, tan importante como frenar la cadena de contagios, es no perder la trazabilidad de los mismos, una situación que las autoridades sanitarias mantienen bajo control, lo que aleja la posibilidad de que se decrete el confinamiento.

Así lo explicó el alcalde de Sumacàrcer, David Pons, tras la conversación mantenida con los responsables del Departamento de Salud de Xàtiva, al que está adscrita la localidad. «Nos han comentado que la situación está estable, los datos aún son críticos porque la incidencia sigue siendo elevadísima para una población como la nuestra, pero no han aparecido nuevos casos y eso nos invita a ser moderadamente optimistas, pero no nos podemos relajar», comentó Pons, mientras destacaba que las autoridades sanitarias valoran mucho que «no se haya perdido la trazabilidad» de los contagios.

El munícipe recordó que el jueves ya le informaron de que el confinamiento de Sumacàrcer no estaba en ese momento encima de la mesa y que la información recibida ayer es favorable, a la espera de que, con el paso de los días, las personas contagiadas acaben dando negativo en los test de confirmación. «Esperemos que esta pequeña pesadilla acabe lo más pronto posible pero, sobre todo, que acabe bien», comentó en un mensaje a la población a través de las redes sociales.

En el caso de Carlet, otro de los municipios de la Ribera donde la multiplicación de casos había encendido todas las alarmas, la alcaldesa, Maria Josep Ortega, comentó ayer que según la información facilitada por Salud Pública los contagios «están bajando» y los datos «son favorables». Sobre los dos brotes con quince casos de los que informó el sábado la Conselleria de Sanitat, Ortega indicó que no corresponden tanto a contagios confirmados el día anterior como a casos que ya se habían computado y que los rastreadores han conseguido vincular.

Ortega recurrió durante el fin de semana a las redes sociales para expresar su malestar con la falta de concienciación de algunos vecinos tras detectar aglomeraciones en algunos bares. «La cifra de contagios en Carlet sólo la podemos parar entre todos. En el ayuntamiento nos estamos dejando la piel para intentar que la gente entienda cómo se contagia el virus y después me encuentro mesas en bares con trece personas mayores juntas o personas agrupadas sin mascarilla que se la ponen cuando me ven o ven a la Policía Local o la Guardia Civil», expuso la alcaldesa en una publicación en Facebook, que acababa con un recordatorio: «Una multa puedes pagarla, la salud no tiene precio». Ortega comentó ayer que hay personas que no están muy concienciadas y mostró su esperanza de que «poco a poco se den cuenta de que tanto en casa como en la calle hay que tener mucha prudencia».

Por otra parte, el Ayuntamiento de Alzira reabrió ayer con normalidad la primera planta de la casa consistorial, cerrada a última hora del miércoles al confirmarse el positivo de una trabajadora. El concejal de Personal, Albert Furió, detalló que se había adoptado esta medida «por precaución» ya que, en base a los turnos de teletrabajo y los protocolos de seguridad que se aplican presencialmente, no había mantenido ningún contacto estrecho con compañeros y que, tras dejar pasar unos días sin que ninguna de las personas que trabaja en el departamento de Intervención -tampoco los concejales que tienen el despacho en la primera planta- hayan presentado síntomas, se recuperaba la normalidad.

En el caso de Almussafes, la mejora de la situación epidemiológica, con un descenso del número de positivos en los últimos días, propició que a partir de hoy se levanten las medidas extraordinarias de prevención adoptadas para evitar la propagación del virus. En concreto, el bando dictado ayer por el alcalde, Toni González, establece que a partir de hoy se retoman las actividades culturales, deportivas, festivas y de ocio programadas, así como el uso de las instalaciones públicas para la práctica deportiva. También se reabre la sala de estudio de la biblioteca pública, así como las áreas de juegos infantiles, las pistas de petanca y el «skate».