Liliana Palencia, integrante del grupo independiente Ciutadans d’Alberic, anunció ayer su renuncia al acta de concejal de Alberic. Agradeció la confianza que le otorgaron los electores, les pidió perdón por abandonar el cargo que le brindaron con su voto y agradeció el trabajo incansable de los funcionarios. No hubo alusión alguna su grupo político y, lo que todavía resulta más llamativo, tampoco al alcalde, Tono Carratalá. Es más, en su despedida a través de Facebook, deslizó una frase que ha dado mucho que hablar en las últimas horas: «Llega el momento en que no todo vale y mis principios no me permiten que continúe en este lugar».

Su abandono y el modo en que ha dado el portazo ha sorprendido tanto dentro como fuera del consistorio. Palencia declinó anoche valorar su salida y evitó aclarar la enigmática frase. «No voy a hacer declaraciones», zanjó con ánimo de cortar la conversación.

Deja en cargo tras cinco años de «ilusión, trabajo, lucha y esfuerzo». En las redes sociales también ha admitido que todo «no han sido alegrías». Fue captada para su proyecto político por Carratalá y ahora ostentaba las competencias de Urbanismo y Obras Públicas, Patrimonio, Casco Antiguo, Contratación, Edificios Municipales, Parques y jardines, Muntanyeta y Personal. «Mucha carga», reconoce el alcalde.

La despedida de Carratalá ha sido más afectuosa. Le agradeció «todo el esfuerzo y la dedicación», reconoció que ha sido «siempre una pieza muy importate de su equipo», aseguró «comprender» su renuncia y le deseó «lo mejor».