La inauguración del desvío de la A 38 supuso a principios de septiembre un punto de inflexión para Favara. Un antes y un después. Un 70 % del tránsito rodado que mantenía en vilo a los habitantes de este pequeño municipio de la Ribera Baixa ha desaparecido del casco urbano, aunque su desaparición ha dejado huérfana a la hostelería. La economía local puede resentirse y el ayuntamiento ya trabaja en un nuevo modelo productivo que apuesta por atractivos turísticos que permita atraer visitantes.
La alcaldesa, Oro Azorín, y su equipo de gobierno (Compromís) tienen claro que en estos momentos «hay que realizar una firme apuesta» para apoyar al comercio local y en especial a la hostelería vinculada a la carretera. Y va a actuar en diferentes frentes.
En primer lugar, va a replantear el espacio urbano que acoge a los bares. El viejo tramo de la N-322 se convertirá en un paseo más adecuado para que esos negocios de hostelería y restauración desarrollen su actividad al tiempo que también resultará mucho más atractivo para los ciudadanos locales y los visitantes que se acerquen hasta el municipio.
La apuesta del consistorio es muy ambiciosa. «Desde un punto de vista turístico y comercial queremos potenciar la actividad de estos establecimientos por medio de una campaña de vídeos promocionando sus negocios para atraer visitantes y clientes al pueblo»», avanza la primera autoridad local. Ligado a ello, el ayuntamiento volverá a poner en marcha la «Rutapa». Subvencionará con 200 euros a los bares del municipio que deseen participar para que durante un mes ofrezcan diferentes tapas para que alegren las consumiciones. Se anunciarían y promocionarían cada jueves y se ofrecerían a la clientela los viernes. Así el público podrá disfrutar de un abanico de ofertas gastronómicas donde elegir y adaptar sus gustos.
Durante el mes de noviembre, los bares del municipio también podrán participar en el proyecto GastroRibera, impulsado por el Consorcio de la Ribera parafomentar los productos de proximidad, la gastronomía y el turismo culinario con el objetivo de posicionar a la Ribera en el mapa gastronómico nacional y dinamizar el turismo en la comarca utilizando la gastronomía como reclamo.
El ayuntamiento ha pulsado la opinión de los hosteleros para conocer los efectos reales del desvío del tráfico y ayudar a paliarlos. También se está trabajando en el directorio de empresas para marcar objetivos en común y analizar las consecuencias de la apertura de la A-38. «La voluntad del ayuntamiento es organizar una asociación local de comerciantes para hacer frente a todos estos problemas y optimizar los recursos en busca del turismo como factor indispensable para la supervivencia».
El consistorio pondrá «todo el empeño posible en buscar alternativas que potencien la presencia de visitantes enFavara». La meta es integrar un abanico de productos turísticos que den auge a los negocios del pueblo indirectamente. ¿Como? La oferta de rutas senderistas es uno de los alicientes. También el denominado «Árbol de la vida», que expone el conjunto de árboles singulares valenciano para hacerlos visitables, a la vez se vinculan a las quintas mas jóvenes del pueblo para su mantenimiento.
Otro frente es el apoyo a las asociaciones deportivas y culturales que captan muchos visitantes en Favara. También la programación de una agenda cultural de interes y de actualidad que atraiga a ciudadanos de la comarca y de fuera de ella. Finalmente también se está trabajando en la creación de un mercado artesanal o de productos agrícolas que complemente a los negocios del pueblo y a la vez también capte turistas específicos como ya ocurre por ejemplo con la feria dedicada a los bolillos, que siempre atraen a muchos amantes de est actividad».
