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Alzira prioriza el canal frente al depósito de tormentas para evitar inundaciones

El gobierno busca financiación para una segunda fase que interceptaría en altura los barrancos que han provocado las últimas inundaciones

El Camí de Pescadors, lleno de agua, tras un episodio de lluvias en una imagen de archivo.

El Ayuntamiento de Alzira priorizará la construcción de la segunda fase del canal de Les Basses frente al depósito o tanque de tormentas, una propuesta de la empresa Aguas de Valencia para acumular las escorrentías de la cuenca este cuando el barranco de la Casella baja crecido e impide desaguar, según explicó ayer el alcalde, Diego Gómez, que confirmó que el ayuntamiento busca financiación para completar una infraestructura diseñada para evitar inundaciones en el núcleo urbano que el consistorio no puede asumir con recursos propios.

Gómez detalló que incluso ha hablado con Presidencia de la Generalitat para que estudien si se puede recuperar una partida de 800.000 euros de los Fondos de Compensación Interterritorial que el Gobierno de Mariano Rajoy llegó a incorporar al presupuesto y no se ha llegado a ejecutar.

«Para nosotros, lo primero es el canal interceptor, pero no son actuaciones incompatibles porque el problema de origen es que la cuenca pluviométrica es común. Si llueve en los barrancos -Fosc, Gracia María, El Respirall o el Barranc de l’Arena- es porque también llueve en la Casella y necesitas una estrategia de acumulación de agua para que no llegue al barranco de la Casella, que también iría lleno», expuso el alcalde. Gómez explicó que, sin la segunda fase del canal, el actual Camí de Pescadors es el que canaliza las escorrentías y apuntó que «no podemos sacrificar eso cuando los estudios nos dicen que si se hace un poco más alto recogería antes las aguas y el desnivel también mejora». «Que también podemos hacer el tanque de tormenta y conectar el canal, se estudiará», comentó.

El munícipe estimó en torno a 1,6 millones de euros el coste global del proyecto. El ayuntamiento tendría que asumir las expropiaciones -entre 500.000 y 600.000 euros- mientras que busca financiación para acometer las obras. El depósito de tormentas a cielo abierto diseñado por Aguas de Valencia para acumular 40.000 metros cúbicos de agua -el equivalente a toda el agua que consume Alzira en cuatro días- también requeriría de una inversión similar en base a la estimación de la empresa concesionaria del servicio de agua potable y alcantarillado.

Al margen de estos dos grandes proyectos que, dada la inversión que requieren, el ayuntamiento concibe a medio plazo, Diego Gómez señaló como la actuación «más urgente» en estos momentos y, a su vez, mucho más económica y por tanto factible, la diseñada para «controlar el Barranc Fosc». Se trata de un muro o compuerta que interrumpa la actual trayectoria de este torrente a la altura del Camí de Pescadors y desvíe el agua en dirección al canal de Les Basses. Gómez recordó que el caudal del barranco «va todo al alcantarillado» y provoca problemas en el núcleo urbano.

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