La Fiscalía Provincial de València ha incoado diligencias de investigación penal por la contaminación del Barranc de Barxeta y, como consecuencia directa, de las aguas del Xúquer, presuntamente por vertidos de carácter industrial. El ministerio público da curso así a una denuncia presentada por la plataforma Xúquer Viu tras la publicación en Levante-EMV de las quejas del concejal de Medio Ambiente de Alzira, Pep Carreres, que alertaba de la degradación tanto del barranco de Barxeta como el río Verde como consecuencia de vertidos «incontrolados».
El colectivo detalla que varios socios realizaron un recorrido el pasado 11 de septiembre por el barranco, en el que pudieron comprobar como el agua limpia en su origen se va contaminando «aguas bajo» hasta afectar al Xúquer, que incluso cambia de color al recibir estos caudales. El escrito dirigido a la Fiscalía de Medio Ambinete, y que ésta ha reconducido a la Fiscalía Provincial, relata que el barranco de Barxeta -no confundir con el río Barxeta- nace como confluencia de varios torrentes y acequias en el término de Rafelguaraf y, tras atravesar los términos de la Pobla Llarga, Cogullada, Carcaixent y Alzira, desemboca en el Xúquer en esta localidad.
Xúquer Viu solicitó al fiscal que investigara los vertidos de las industrias de la Pobla, Cogullada, Carcaixent y Alzira que vierten al barranco de Barxeta para depurar responsabilidades por un posible delito ambiental, así como que se instara a las administraciones involucradas a solucionar con urgencia y de forma definitiva un problema que, reconocen, no es nuevo. La fiscalía ha comunicado la inocación de diligencias de investigación penal y la designación de un fiscal instructor.
La Ribera está decidida a dejar de mirar al Xúquer como una amenaza para contemplar el río como un aliado, un recurso turístico que genere una actividad económica a su alrededor en un marco de sostenibilidad ambiental. La presentación de los trabajos de recuperación de dos pequeños tramos del río, uno en Sumacàrcer y otro en Alzira, en los que la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) financia la eliminación de la caña invasora, sirvió ayer a las autoridades para reivindicar el potencial del río. «La recuperación del Xúquer como recurso de sostenibilidad económica y social es indispensable para la comarca», resumió el presidente del Consorci de la Ribera y alcalde de Polinyà, Òscar Noguera. El presidente de la Mancomunitat de la Ribera Alta, Txema Peláez, agradeció que la CHJ haya «abierto los ojos» a este tipo de iniciativas y, tras recordar que ya ha comenzado en Cuenca las obras del Camino Natural del Júcar, que financia el ministerio para conectar el nacimiento con la desembocadura en Cullera, defendió que hay un turismo que demanda este tipo de infraestructuras «que si no viene es porque no las tenemos». Peláez puso como ejemplo el polo de atracción que representa el Camino de Santiago.
El alcalde de Alzira, Diego Gómez, que ejerció de anfitrión -la presentación de esta actuación se realizó en el antiguo muelle arenero de Alzira, hoy embarcadero de piraguas- destacó como un apuesta «vital» para la ciudad «la recuperación del río para la vida de los ciudadanos» y puso como ejemplo el caso de Sumacàrcer. «Ya no se trata de ver el río desde arriba, sino bajar al río, es un planteamiento totalmente distinto», dijo, mientras señalaba que a la iniciativa inicial de los ayuntamientos de asumir la eliminación de la caña invasora se han sumado tanto la diputación, como la conselleria y ahora la CHJ. Gómez abogó por seguir sumando esfuerzos para crear, de Sumacàrcer a Cullera, «un entorno y un ecosistema saludable con relación directa con la ciudadanía». El edil de Medio Ambient, Pep Carreres, instó a calcular el coste económico que representa no poder ofrecer un «pack» turístico alternativo al sol y playa y abogó por impulsar alternativas de ocio sostenibles y contemplar el río como un aliado en lugar de como un enemigo.
El alcalde de Sumacàrcer, David Pons, señaló la importancia de aprovechar el Xúquer «como recurso» para un municipio que sufre la despoblación y cuenta con escasos recursos y, en esta línea, destacó el proyecto de la CHJ que en su municipio ha recuperado un tramo de 400 metros y trabaja en la eliminación de la caña en otro de 200 metros en Alzira. El proyecto de mejora ambiental contempla la eliminación de la caña y la instalación de una cobertura opaca durante año y medio para debilitar y destruir el sistema radicular. Después se retirará el geotextil para plantar vegetación de ribera.
Navarro señaló que el objetivo es recuperar poco a poco todos los tramos del río posibles -«nuestro recurso es el río», sentenció-, pero dejó claro que no se trata de desmasificar una oferta turística para masificar otra, sino «de desestacionalizar, crear recursos que anclen a la gente a su territorio».
El Comisario de Aguas, Miguel Polo, por su parte, comentó que tan importante como limpiar de cañas el cauce es mantener los tramos en los que se ha actuado, y en este sentido agradeció la implicación de los ayuntamientos, ya que destacó que se trata de actuaciones caras. Polo subrayó que la coordinación de los ayuntamientos a través del consorcio y la Mancomunitat permite a la CHJ revertir los ingresos por el canon de control de vertidos de forma conjunta y se comprometió a mantener este tipo de actuaciones en los próximos años con una asignación próxima a los 100.000 €, como mínimo, para intervenir allí donde el consorcio proponga.
