La construcción del futuro vertedero comarcal en Guadassuar está condicionada a que las prospecciones que ahora debe realizar el Consorcio de Residuos Ribera-Valldigna confirmen la idoneidad del terreno y a que el ente gestor de la basura acepte las contrapartidas que reclama el ayuntamiento, entre las que destaca el cobro de un canon fijo anual de 294.000 € por la entrada de residuos en la planta durante los veinte años en que se estima la vida útil de esta infraestructura. El importe es fruto de aplicar la compensación de tres euros por tonelada que aprobó el consorcio en la búsqueda inicial de un municipio que albergara el vertedero -el emplazamiento que después se descartó ya lo ubicaba en Guadassuar- sobre un cálculo de 100.000 toneladas de rechazo en base a los niveles de recuperación de aquella etapa.
La novedad en las contrapartidas que reclama el ayuntamiento radica en que se trata de un canon fijo y no variable como entonces debido a que el volumen de rechazo que sale de la planta de tratamiento es cada vez más reducido al mejorar los procesos de valorización y por entender que esa forma de calcular la compensación podría favorecer una mala praxis que evitara el objetivo último de reducir la entrada de residuos.
El Consorcio de Residuos que también presidente el alcalde de Guadassuar, Salvador Montañana, tiene la última palabra, aunque la ausencia de un emplazamiento alternativo para el vertedero, la tercera infraestructura que precisa para ser autónomo en la gestión de los residuos, le dejan poco margen de maniobra en la negociación.
El listado de contrapartidas que el ayuntamiento trasladó al consorcio cuando realizó la consulta popular antes de ofrecerse como alternativa también contempla una reducción de la tasa por el tratamiento de la basura en Guadassuar o la contratación de un agente independiente para realizar un control ambiental de las instalaciones. El consistorio también reclama financiación para la conservación del entorno del vertedero, la creación y mantenimineto de zonas verdes y áreas de ocio cerca de la instalación o para la replantación y limpieza de suelo forestal. También pide la creación de un aula medioambiental y que los vehículos que salgan de la planta e n dirección al vertedero utilicen combustibles alternativos, menos contaminantes.
El PP ve falta de transparencia al no difundir y celebrar el pleno a mediodía
El portavoz del PP en el Ayuntamiento de Guadassuar, Vicent Estruch, explotó tras el pleno que el lunes aprobó de forma unánime aceptar la instalación del vertedero en el sector del Pla del Roser propuesto por el IGME al conocer que la sesión ni se había retransmitido en directo como suele ser habitual en los plenos que celebra la corporación ni se había grabado. «No entendemos que nos vendan tanta transparencia y después de diez años convoca un pleno a una hora intempestiva, sin comunicación ni difusión», incidió Estruch, mientras denunciaba que se había señalado el pleno a las 14,45 horas de forma inusual y el ayuntamiento no había comunicado el orden del día por el canal de Whattsap como suele hacer en cualquier otro pleno.
