El inmenso paso de cebra habilitado ante la estación de ferrocarril sorprende a todo el que lo ve. Hasta ahí están todos de acuerdo. Incluso la alcaldesa de la ciudad, Marta Trenzano, admite que se trata de «una intervención muy llamativa», pero a partir de ahí se pierde la unanimidad. Las opiniones se han polarizado mucho.

La oposición ha cargado con dureza al calificarlo de «despropósito y ridículo espantoso» mientras que la primera autoridad defiende su idoneidad «al tratarse de una medida implantada para dar seguridad» a los cientos de viajeros que utilizan cada día el tren de Cercanías. «Puede llamar la atención, pero está hecho con todo el sentido», sostiene la primera autoridad local.

Trenzano ha confirmado que el proyecto contaba con un presupuesto de 12.000 euros, aunque «ese dinero no se ha gastado solo en pintar la calzada con largas franjas blancas, sino que también ha servido para reformar las aceras con el objetivo de hacerlas accesibles, para acondicionar el paso de la calle Els Arbres y para habilitar una nueva conducción eléctrica», aclara la alcaldesa, muy molesta con quienes se han atrevido a hablar de ‘despilfarro’.

La intervención parte de la necesidad de «pacificar» el tráfico en una zona de la ciudad muy concurrida. Es la estación de ferrocarril que más usuarios aporta a la línea de Cercanías. «Se pensó en hacerlo así de vistoso para que los conductores vieran con claridad que allí no pueden circular a tanta velocidad porque es muy peligroso para los peatones», explica la alcaldesa.

«Podemos equivocarnos, pero hemos conseguido que por primera vez un vecino con silla de ruedas pueda ir desde el centro de la ciudad a la estación sin impedimentos», añade Trenzano, que también niega con rotundidad que la Policía Local fuera marginada al diseñarse esa solución. «Era conocedora y ha participado en el proyecto, aunque nos dijeran que la medida podía ser un poco exagerada».

El gobierno local, como tantos otros, ha apostado por dar preferencia al peatón y reducir la velocidad: «Buscamos esa ciudad amable que se ve en Europa».