Los contagios casi se han quintuplicado en Carlet en la última semana al pasar de 14 a 67 personas infectadas por coronavirus, con el brote declarado en la residencia de discapacitados La Llum como principal foco al sumar una treintena de casos; se han triplicado en l’Alcúdia en los últimos catorce días al pasar de 14 a 45, y han aumentado un 40 % en Alzira, con 34 nuevos positivos en los últimos tres días que sitúan la tasa de contagios en 220 casos por cada 100.000 habitantes.

Por otra parte, Salud Pública contabilizaba ayer en Guadassuar 134 casos activos, la cifra más alta desde que se encendieran las alarmas por una cadena de contagios que obligó a la Conselleria de Sanitat a imponer medidas extraordinarias para limitar la vida social hace justo una semana. Ese mismo viernes Guadassuar registraba el mayor número de positivos en un día, 19 , que marcó un punto de inflexión en una tendencia hasta ese momento alcista. «Estamos en una especie de meseta ya tendente a la baja, que no nos contenta para nada, aunque las restricciones aplicadas empiezan a dar resultado», comentó ayer el edil Ferran Barberà, mientras detallaba que tras aquel pico el número de contagios ha caído a una media de seis al día.

Barberà participó ayer en la reunión semanal que los responsables de Salud Pública en el Departamento de la Ribera mantienen con los alcaldes para analizar la evolución de la pandemia con los datos más actualizados -la estadística de la conselleria suele acumular cierto retraso- y, tras la cual, diversos munícipes emitieron bandos para incidir en la obligación que tienen los ciudadanos de cumplir las medidas de seguridad y, sobre todo, instarles a que «no bajen la guardia».

El alcalde de Alzira, Diego Gómez, dictó un bando en el que alertaba de la «proliferación de casos de covid-19» en los últimos días hasta aumentar un 40 %, con 34 nuevos positivos en solo tres días y, tras repasar las medidas de seguridad obligatorias, pedía «precaución y responsabilidad» y alertaba de que no respetar esas normas puede comportar sanciones.

El alcalde de l’Alcúdia, Andreu Salom, tras detallar el repunte de casos que eleva la incidencia en la localidad a 360 contagios por cada 100.000 habitantes, no dudaba en señalar que «estamos pagando las imprudencias del puente del 9 d’Octubre» -argumenta que cada vez que hay jornadas festivas la gente tiene tendencia a bajar la guardia en las reuniones familiares o con amigos- y alertaba de que ya no se trata de una conducta únicamente de los más jóvenes ya que, en base a los datos de Salud Pública, se registra el mismo número de casos en la franja de edad de 20 a 27 años, once en total, que en la de 35-45 o en la de mayores de 55.

También el alcalde de Polinyà, Òscar Navarro, alertó ayer de que la situación en su municipio, «sin ser peligrosa empieza a ser preocupante» al contabilizar 13 casos activos en los últimos catorce días -todos registrados en los últimos ocho-, lo que equivale a una tasa de 526 casos por cada 100.000 habitantes. Navarro emplaza a los vecinos a extremar las precauciones y, en el caso de los colectivos de riesgo, a realizar las salidas de casa sólo necesarias.

La alcaldesa de Carlet, Maria Josep Ortega, también realizó un llamamiento a los ciudadanos para que se autoimpongan las restricciones en las relaciones sociales. Ferran Barberà, por su parte, indicó que, pese a la mejora, las cifras siguen siendo «preocupantes» en Guadassuar y dejó claro que las restricciones se prorrogarán el tiempo que sea necesario. Con todo, apuntó que las medidas adoptadas primero por el ayuntamiento y después por el Consell empiezan a surtir efecto y auguró que, en los próximos días, las altas reducirán de forma sustancial el número de casos activos.