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Los abogados reclaman un juzgado Penal en Alzira para aliviar el atasco en València

El colegio profesional suma apoyos ante los señalamientos a año y medio vista y alerta de que la descentralización evitaría riesgos de contagio

Dependencias del antiguo juzgado de lo penal durante los preparativos del traslado en 2017. | VICENT M. PASTOR

El atasco de los juzgados de lo Penal de València, que en el caso del número 9 está señalando vistas para febrero de 2022 mientras que otras salas lo están haciendo para septiembre u octubre de 2021, y la nueva coyuntura que impone la pandemia, con la necesidad de mantener la distancia social y evitar aglomeraciones, son dos de los argumentos que expone el Colegio de Abogados de Alzira en un manifiesto elaborado para reclamar la recuperación de la sala de lo Penal que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) trasladó a València en 2017 y que ha remitido a los más de 80 municipios de los partidos judiciales de Alzira, Xàtiva y Ontinyent que tenía adscritos durante los diez años que estuvo desplazado en la capital de la Ribera Alta para que secunden la petición.

Entidades como el Consejo Valenciano de Colegios de Abogados y la Mancomunitat de la Ribera Alta ya se han adherido mientras que el Ayuntamiento de Alzira tiene previsto adoptar el acuerdo en el pleno que celebra mañana.

El manifiesto alega que no se puede alejar la justicia del ciudadano o que la situación actual «resulta muy perjudicial y gravosa» para los usuarios, mientras que la presencia de una sala de lo Penal en Alzira evitaría desplazamientos «tanto de los ciudadanos, como del resto de operadores jurídicos, Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y cualquier persona que pueda tener intervención en un procedimiento penal», lo que favorecería «la descongestión de la Ciudad de la Justicia, tan necesaria a día de hoy, apostando decididamente por la justicia de proximidad».

El poder judicial autorizó en 2007 la creación de una sala de lo penal desplazada a Alzira, lo que vino a cumplir una aspiración histórica, pero diez años después alegó el colapso que sufría para trasladarla a València al considerar que favorecería un reparto más equitativo de la carga de trabajo. El manifiesto del colegio de Alzira alega que el temor a un colapso de los juzgados que se exponía durante el primer estado de alarma «es hoy una triste realidad» y señala que evitar que vaya a más constituye «un reto sin precedentes».

«Es una temeridad tener salas llenas de gente en la Ciudad de la Justicia»

El decano del Colegio de Abogados de Alzira y presidente del Consejo Valenciano de la Abogacía, Agustín Ferrer, comentó ayer que representa «una verdadera temeridad» tener la salas llenas de gente en la Ciudad de la Justicia de València y advirtió de que «no se puede tolerar» que se estén señalando vistas para dentro de año y medio como sucede en el juzgado de lo Penal 9. El manifiesto del colegio asume que la sala que estuvo desplazada a Alzira soportaba una mayor carga de trabajo que otras de la misma jurisdicción, aunque señala que se trata de un problema «perfectamente subsanable» si se dota de los medios necesarios y, por lo que respecta a las carencias de las instalaciones, subraya que existe un compromiso del Ayuntamiento de Alzira de ceder un edificio que reúna las condiciones adecuadas.

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