El resultado es lo de menos. Esa es la única lectura posible del encuentro disputado el fin de semana entre el Villarreal «C» y la UD Alzira. El tercer filial «groguet» vio cómo se suspendía su partido de liga por contagios de Covid en su rival mientras que los de la Ribera tenían programado el descanso derivado de estar en un grupo impar. De modo que ambos se enfrentaron entre ellos para realizar nuevas pruebas. Al final de la contienda, los castellonenses vencieron por tres a cero.
Lo más importante del encuentro era, por supuesto, mantener el ritmo para no quedarse físicamente por detrás de aquellos equipos que sí jugaron sus compromisos ligueros. Dani Ponz salió de inicio con Dolz en la portería; Marcos, Kaiser, Gomis y Quintana en la línea defensiva; Belizón, Santi, Isaac y Adri en el centro del campo; y Germán Sáenz y Lidó coparon los puestos de ataque de la UD Alzira. Hubo que esperar casi veinte minutos para ver el primero de los tantos del tercer filial del Villarreal; concretamente, en el 19, Muriel abrió el marcador. El conjunto azulgrana tuvo ocasiones, pero menos fortuna que su rival y aunque rozó la igualada no la logró.
De cara al segundo tiempo, Ponz introdujo a Torrado y Dani Martínez y retiró a Dolz y Gomis. A los cinco minutos, el Villarreal aumentó su ventaja mediante un tanto de Josema. El técnico del Alzira volvió a realizar cambios y dio entrada a Abel, Contell, Boix y Soler (salieron del terreno de juego Quintana, Adri, Lidón y Germán). También dio minutos a Guzmán y Mario. Finalmente, Bautista, de falta directa en el último minuto, cerró el encuentro.
El resultado no reflejó el buen hacer del conjunto ribereño, pero lo importante era, precisamente, dar oportunidades a más jugadores que de costumbre para encarar con mayores garantías el siguiente duelo liguero, que tendrá lugar el próximo domingo, día 1 de noviembre. El Alzira recibirá en casa al Recambios Colón.
