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El Síndic emplaza a Alzira a asfaltar la calle que lleva más de 20 años inacabada

La resolución advierte de que el retraso en ejecutar la gestión directa que aprobó el pleno en El Respirall puede implicar responsabilidad patrimonial

Una imagen de la calle Gesmilers de El Respirall, con farolas pero sin pavimentar. | VICENT M. PASTOR

El Síndic de Greuges ha atendido la queja de los vecinos de la calle Gesmilers, una rúa de la urbanización El Respirall que lleva más de veinte años inacabada, y ha recomendado al ayuntamiento que adopte las medidas necesarias para culminar la pavimentación y reparar las trapas del alcantarillado, «asumiendo el coste económico de las mismas si los propietarios afectados ya hubieran abonado en su día las cuotas de urbanización correspondientes», como alegan en su reclamación.

El defensor del pueblo valenciano se apoya para adoptar esta resolución en que el ayuntamiento acordó en diciembre de 2010 asumir la gestión directa de las obras de urbanización de El Respirall tras romper con el agente urbanizador en mayo de 2008, si bien diez años después nada se ha concretado. De hecho, el propio consistorio reconocía en su respuesta a la queja inicial que tras someter a información pública este acuerdo nunca se produjo la aprobación definitiva. El Síndic de Greuges advierte de que la tardanza por parte del ayuntamiento en llevar a cabo la gestión directa de la actuación urbanística asumida en 2010 «podría constituir un supuesto de responsabilidad patrimonial por el funcionamiento anormal de la Administración».

La resolución también da respuesta a otro de los argumentos del consistorio, que alegó que dadas las crisis económicas que se han sucedido y teniendo en cuenta que en su día no se pudo cobrar a muchos vecinos las obras ejecutadas, «no tiene capacidad económica suficiente para ejecutar las obras» que «obligatoriamente tienen que sufragar los vecinos».

El Síndic recoge en este punto los argumentos de réplica expuestos por los vecinos de la calle Gesmilers y señala que «no es justo que (...) se vean privados indefinidamente de unos servicios públicos de prestación obligatoria -cuyo coste, al parecer, ya pagaron- porque el urbanizador no culminó la ejecución de todas las obras de urbanización, el ayuntamiento se quedó la fianza y ahora no tenga capacidad económica para afrontar el coste de pavimentar la calle y arreglar las trapas de alcantarillado».

Los vecinos afean que no se gastara la fianza incautada en acabar la obra

La resolución del Síndic subraya por otro lado dos argumentos de los vecinos respecto a la «improcedencia» de tener que pagar el coste de los servicios urbanísticos que faltan en la zona. Por un lado, que los residentes en la calle Gesmilers pagaron lo mismo que otros vecinos del Respirall que viven en calles que sí se acabaron -la gran mayoría- o que, al resolver el contrato con el agente urbanizador con incautación de la fianza, este dinero no se dedicara a la finalización de las obras. Los vecinos de esta calle elevaron una queja al Síndic al considerar «humillante» que 21 años después de pagar las cuotas de urbanización y de que se les expropiaran terrenos para abrir el vial no se hayan acabado las obras. Frente a las explicaciones que ofreció el consistorio, señalan que es voluntad política asigna dinero a unas obras u otras cada vez que se elabora el presupuesto municipal.

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