Interior del centenario pozo Luis Vives de Alberic, todavía en funcionamiento a día de hoy. | LEVANTE-EMV

El dominio público hidráulico es un bien común cuyo objetivo es garantizar la protección de los recursos hídricos y su ecosistema. Sin embargo, según el colectivo ecologista Greenpeace, lejos de estar protegidas, el 44 % de las masas de aguas subterráneas se encuentra en mal estado por contaminación o por sobreexplotación, a menudo ilegal e indiscriminada, para regadíos y desarrollo urbanístico. No es el caso del pozo Luis Vives que se encuentra en Alberic, que los especialistas consideran una joya tanto natural como arquitectónica. Con dichas palabras definen los expertos una instalación que ha sido recientemente modernizada para mejorar el servicio que se presta a la ciudadanía, con una inversión de más de 60.000 euros por parte de la empresa concesionaria, con la colaboración del ayuntamiento. La excavación a mano para llegar al líquido elemento se realizó hace más de cien años.

De hecho, está atestiguado que se remonta a 1906, cuando los alberiquenses perforaron a mano muchos metros para poder llegar a un flujo de agua que sigue representando hoy, más de una centuria después, uno de los manantiales más prolijos de la localidad ribereña. Hoy, el pozo Luis Vives aporta el 45 % del suministro que es consumido en Alberic, con unos 1.100 metros cúbicos al día. O lo que es lo mismo, más de un millón de litros.

El pozo, que está en funcionamiento durante las veinticuatro horas del días, cuenta exactamente con una profundidad de perforación de 35 metros, con un diámetro de 4 y se abastece del acuífero Plana de Valencia Sur, que cuenta, de momento, con una magnífica salud, por lo que está asegurado su futuro. Recientemente se cambió la bomba de extracción gracias a unas maniobras de gran complejidad que extrajo el largo tubo por el techo de la casa que acoge el pozo gracias a las labores de especialistas. Una larga escalera de caracol (que también ha sido reconstruida y asegurada) permite el acceso prácticamente hasta el agua. Un manantial de gran pureza, de calidad hoy envidiable. Prácticamente preparada, de forma natural, para el consumo. Un bonito depósito en altura acumula 1.600 metros cúbicos de agua, unos 1.600 millones de litros. Es por todo ello que el ayuntamiento que dirige Toño Carratalá prepara para los próximos meses varias exposiciones y visitas para mostrar el potencial histórico de la construcción y poner en valor una instalación que es clave para el buen funcionamiento de la localidad. Y es que cuando se normaliza algo tan esencial como beber un vaso de agua potable cómodamente en casa, se deja de valorar como se debiera. La red de abastecimiento llegó al casco urbano de Alberic en 1924, según ha podido comprobar con documentos el cronista local, Antonio Torres. Sin embargo, diferentes circunstancias históricas, sobre todo vinculadas a la guerra, han provocado que hoy sean escasos los documentos sobre el pozo Luis Vives y su gestión, por lo que existen islas informativas que están intentando ser subsanadas.

De ahora en adelante se darán a conocer los secretos de un pozo que da vida a Alberic.