La histórica tromba de agua que descargó el pasado jueves sobre buena parte de la Ribera ha dejado un importante catálogo de daños en viviendas, infraestructuras públicas y cosechas agrícolas. Y su rastro destructor también puede apreciarse ahora en las playas de Cullera, donde comienza a depositarse la suciedad arrastrada por los ríos y barrancos. La desembocadura del Xúquer ha esparcido todo tipo de sedimentos, en especial cañas, tal y como ocurrió en enero con el temporal Gloria. El ayuntamiento ha vuelto a mostrar su «malestar por la falta de previsión» de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), «que no ha tomado las medidas necesarias para poder evitar estas situaciones».

El concejal Salvador Tortajada lamentó ayer que «una vez más va a ser el ayuntamiento quien se responsabilice de la limpieza de las playas, ya que no existe la posibilidad de esperar tres meses como ha ocurrido en algunas ocasiones para realizar dicha limpieza». El gobierno local, remarca el edil, va a tener que «hacer milagros para poder costearlo». También recuerda que el propio consistorio cullerense ha exigido reiteradamente a la CHJ que «limpie no solamente el cauce del río sino también de los barrancos y afluentes con la intención de que, en caso de no hacerlo, se autorizara a los ayuntamientos a asumir esa tarea».

Las autoridades de Cullera lamenta que tenga que ponerse de nuevo manos a la obra y gastar dinero propio para»solventar una vez más una situación complicada para los vecinos de las zonas de la playa ya que la acumulación de suciedad provoca malos olores y aumenta la presencia de insectos y roedores muy molestos para dichos vecinos.

«No es posible tener que esperar al menos tres meses a que alguien tome la decisión de limpiar el litoral de la costa cullerense», apunta el regidor, que también reconoce que las administraciones tanto autonómica como central siermpre han aportado su grano de arena para poder dar una solución a estos fenómenos de suciedad puntual».

El ayuntamiento reconoce que la limpieza de los cauces no es una responsabilidad de los ayuntamientos ni tan siquiera de los de la parte alta del río «pero ya se sabe aquello de que la gallina de arriba es la que ensucia a la gallina de abajo»», puntualiza el concejal. En estas circunstancias, Cullera reclama a la CHJ que tome «las medidas que tenga que tomar y haga su trabajo, que es el de mantener limpio el cauce del río y de los barrancos ya que este episodio se viene repitiendo año tras año al llegar las fuertes tormentas, algo que cada vez viene siendo más habitual».

El Ayuntamiento de Cullera pretende acometer cuanto antes los trabajos de limpieza de las playas, en especial las que se sitúan al sur de la desembocadura del río Júcar que en estos instantes muestran un aspecto lastimoso con la presencia masiva de cañas, animales muertos así como restos de plástivos, envases y basura.