Hasta las doce de la noche hay demasiado margen para socializar y la evolución de la pandemia en la comarca dista de ser favorable. Por ese motivo, el alcalde de Alzira, Diego Gómez, reclamó ayer al gobierno valenciano que endurezca las medidas restrictivas en la ciudad y la comarca. Una de ellas fue la posibilidad de adelantar el toque de queda a las 22,00 horas o, incluso, las 20,00 horas si fuera necesario.

Gómez, acompañado de la concejala de Salud de Alzira, Gemma Alós, mantuvo una reunión junto a la secretaria autonómica de Salut Pública, Isaura Navarro, y el director de Salut Pública del Departament de Salut de la Ribera, José Añó. El alcalde mantuvo la línea que ya expresó el pasado jueves, tras la reunión semanal entre las autoridades sanitarias y los alcaldes y concejales de la comarca. El objetivo se resume en una frase: «Hay que tomar nuevas medidas».

El consistorio mantiene activas una serie de restricciones dentro de su ámbito de actuación, el municipal: cierre de parques infantiles o de instalaciones o la supresión de la agenda cultural, entre otras. Pero se antojan insuficientes, ya que la mayor parte de los contagios se produce en el ámbito social y, por tanto, privado. «Nos preocupan los datos que tenemos tanto en la ciudad como en la comarca por el nivel de contagios. Hay que saber que en una cuarta parte de la comarca se superan los 500 cada 100.000 habitantes. Alzira, aunque no llega a esa cifra, se encuentra cerca con una incidencia de 470 por cada 100.000 habitantes. No conseguimos bajar la curva y por eso queremos pedir medidas adicionales que exceden nuestra competencia. Es necesario hacer un control de aforos y promover una limitación de movimiento más exigente», apuntó al respecto la máxima autoridad alzireña. En ese sentido, planteó la posibilidad de ampliar el toque de queda para que empiece entre dos y cuatro horas antes.

Coordinación

Navarro recogió el guante y trasladará la petición a la consellera de Sanitat para estudiar el caso. La responsable autonómica descartó, no obstante, el cierre perimetral al considerarlo «la última opción». Asimismo, subrayó que la situación de Alzira no es peor que la de muchos otros municipios aunque se mostró preocupada por la existencia de transmisión comunitaria. Por último, insistió en la necesidad de actuar conjuntamente en la comarca: «Las poblaciones interactúan mucho entre ellas y es necesaria la coordinación para que las medidas sean más efectivas».

El alcalde de Alzira también mostró su preocupación por la dispersión de casos que, tras los contagios sociales, se acaban trasladando a las escuelas. Asimismo, apuntó al sector agrícola, también señalado por los sindicatos como un posible foco de contagios. «Pedimos al sector de la hostelería su colaboración activa para asegurar el cumplimiento de las medidas, en cuanto a aforos, horarios, uso de mascarilla, distancia o ventilación. Sabemos que estamos en un momento muy complicado con muchas medidas, pero hace falta que todos seamos responsables y hagamos todo lo posible para cumplir estas normas», manifestó Diego Gómez.