El Departamento de Salud de la Ribera trasladó ayer a los ayuntamientos de la comarca la pequeña mejoría que se ha experimentado al caer ligeramente el ritmo de contagios de Covid-19. No obstante, tanto los profesionales sanitarios como los alcaldes insistieron en que la situación se encuentra lejos de ser la ideal y no se debe bajar la guardia, ya que supondría el mayor de los errores.

En líneas generales, la incidencia acumulada, es decir, el número de casos detectados por cada 100.000 habitantes en el plazo de catorce días, ha caído. Aunque las numerosas restricciones aplicadas desde hace unas semanas parecen haber surtido efecto, el objetivo todavía no se ha cumplido. Así lo expresó ayer el alcalde de Alzira, Diego Gómez: «La valoración que hacemos de estos datos es que las medidas que llevamos a cabo desde hace tres semanas han conseguido mejorar las cifras, aunque estamos lejos de doblar la curva. La pasada semana anunciamos una prórroga hasta el día 28, momento en el cual revisaremos de nuevo estas medidas. Continuaremos haciendo todo el que está en nuestra mano y sea de competencia local para conseguir que la incidencia se reduzca».

Gómez ha reclamado en varios ocasiones medidas más restrictivas en materia de movilidad entre municipios, ampliación del toque de queda o control férreo de aforos. La ciudad, no obstante, ha reducido el número de casos activos en la última semana. El jueves pasado eran 215 mientras que ayer la cifra era de 174, lo que supone pasar de una incidencia acumulada de 470 a 381 casos por cada 100.000 habitantes. Paralelamente, el área de Sanidad del ayuntamiento, encabezada por Gemma Alós, ha adquirido e instalado una carpa en el exterior de cada uno de los centros de salud de Alzira «para evitar que los casos sospechosos de Covid tengan que entrar al ambulatorio para realizarse la prueba», detalló la edil.

Entre los municipios donde la incidencia del virus tampoco decaía y que ha experimentado un ligero descenso se encuentra, por ejemplo, L’Alcúdia, que ha pasado en la última semana de tener 763 a 664 casos por cada 100.000. En números reales, la localidad contaba ayer con 81 positivos diagnosticados en los catorce días previos. Su alcalde, Andreu Salom, también insistió en la necesidad de extremar la precaución y actuar con responsabilidad «para seguir bajando la incidencia de la pandemia». Los casos activos también han caído en Carlet, que pasa de 96 a 85, aunque su incidencia supera también la preocupante barrera de los 500 por cada 100.000. Benifaió, por su parte, contaba con 71, tres menos que la semana anterior.