El trabajo en la Residencia La Llum de Carlet durante las últimas semanas transcurría en el mismo lugar de siempre, aunque todo era diferente. Durante muchos meses conseguimos mantener al virus alejado fuera del centro, lamentablemente durante esta segunda ola consiguió entrar.

Nuestro lema: «En la Llum trabajamos por y para los residentes» ha seguido estando vigente ahora más que nunca. Ellos, los verdaderos protagonistas, han pasado esta crisis confinados en sus habitaciones sin poder entender el porqué de todo y sin poder reconocer a las personas que día a día les han cuidado. Los profesionales, después de tantos años, ya forman parte de su familia, enfundados en esos extraños trajes, eran irreconocibles. Sin embargo, pese a todas las dificultades, nuestros queridos residentes se han adaptado increíblemente a esta situación y nos han seguido regalando sus sonrisas y su cariño; nos han regalado una lección de vida.

Cuando empezábamos a vislumbrar el final de este túnel tan oscuro tuvimos que decir adiós a dos miembros de nuestra familia, tuvimos que despedirnos para siempre de dos de nuestros queridos usuarios. Siempre formarán parte de esta familia, siempre estarán en nuestros pensamientos. Nunca los olvidaremos.

Por fin, después de un mes de arduo esfuerzo, hemos conseguido el objetivo: ¡la residencia está de nuevo libre de virus!

Todo este camino no lo hemos realizado solos y, por eso, desde la Residencia La Llum de Carlet queremos agradecer públicamente a personas e instituciones que nos han acompañado en este aprendizaje de vida.

Gracias al ayuntamiento de Carlet. A su alcaldesa, Mª Josep Ortega; a la Concejal de Bienestar Social, Lola Navarro y al concejal Jonathan Martínez, por todo su esfuerzo y apoyo y por acercarnos la calidez y la solidaridad de municipio de Carlet.

Al equipo del Centro de Atención Primaria de Carlet; Andrea Codeñer y Marta Giménez, siempre disponibles en cualquier momento para acudir. ¡Qué importante ha sido para nosotros sentir vuestro decidido apoyo!

Al Comité Covid del Hospital de la Ribera , por estar ahí día tras día, orientándonos en cada paso; dándonos seguridad; respondiendo cada duda, cada llamada; en especial a Cristina Duart, Laura Brines, Joan Paredes, Carlos V. Herrero y Miguel Murcia siempre disponibles; siempre a nuestro lado en esta batalla.

Infinitos agradecimientos a todos los trabajadores de la residencia; a las veteranas y a las nuevas incorporaciones; a todas y cada una de ellas, gracias por vuestra entrega, vuestra profesionalidad, por las horas de esfuerzo; gracias por haber hecho posible que saliéramos adelante.

A las familias, por confiar en nuestro equipo y en nuestra profesionalidad; gracias por la paciencia y el cariño mostrado durante estas largas y duras jornadas.

A nuestros residentes. ¡Gracias por seguir dando vida y alegría!