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Una empresa de Catadau logra en siete años ser la mejor para retirar amianto

Decersa recibe el reconocimiento del sector cuando va a descontaminar el viejo hospital La Fe

Material de protección y grandes aspiradores. | LEVANTE-EMV

La empresa de descontaminación de amianto Decersa, en Catadau pero fundada en 2013 por dos emprendedores de Llombai, ha logrado convertirse en una de las mejores de esa especialidad en España, según corrobora el premio que acaba de recibir de la patronal del sector. Hace apenas siete años, dos jóvenes llombaínos, Óscar Morera y Pedro Ruiz, vieron en la retirada de un material peligroso tan peligroso como el amianto, la oportunidad de introducirse en un mercado emergente. En la actualidad realizan trabajos de gran envergadura en todo el país y su nuevo reto será desmantelar el pabellón central del antiguo hospital La Fe de València.

El fibrocemento fue utilizado de forma masiva entre los años sesenta y ochenta en España y se puede encontrar en casi todos los edificios construidos en esa época. Los promotores lo escogían porque se trata de un material resistente y barato, que además es fácil de extraer y de colocar. El ejemplo más claro es el de las cubiertas onduladas conocidas por el nombre de la marca más popular: uralita.

Un material muy nocivo

Está comprobado que el amianto es muy nocivo para la salud, ya que al manipularlo se pueden desprender las microfibras que lo componen, unas partículas tan diminutas que pueden colarse en la pleura provocando enfermedades respiratorias graves. De hecho, el cáncer de pulmón encabeza la lista de enfermedades que empezaron aparecer sospechosamente entre los trabajadores de las principales empresas dedicadas a la fabricación de elementos que contenían amianto. A finales de los años ochenta ya no cabía duda de su peligrosidad, pero no fue hasta el año 2002 cuando se prohibió seguir utilizándolo. Si bien su retirada no es obligatoria, cuando acaba su vida útil surge la necesidad de manipularlo y está prohibido hacerlo si no es de manera segura.

En ese contexto, los dos emprendedores de Llombai vieron una oportunidad de negocio, dado que la mayoría de empresas preferían subcontratar ese servicio por la gran dificultad que supone realizar los trabajos con total seguridad. Para evitar exponer a los trabajadores, la retirada de los elementos que contienen amianto se debe realizar obligatoriamente con una protección especial. Los operarios se visten con un equipo de defensa individual parecido al que utilizan los sanitarios en los últimos meses con la pandemia del coronavirus, pero además deben llevar también una máscara que solo pueden quitarse una vez se han duchado con ella puesta en el mismo lugar de trabajo y en tres fases distintas que aseguren el contacto cero con las partículas que componen el amianto.

Es tal la peligrosidad del amianto que también el agua con que se duchan los operarios ha de ser filtrada y descontaminada. Los operarios deben llevar en todo momento puesto el equipo de protección y no pueden trabajar más de cuatro horas diarias, de ahí que tampoco se trate de un trabajo que cualquier persona esté capacitada a realizar.

El azote económico de la pandemia no ha impedido que las empresas del sector quisieran reconocer el salto cualitativo de la empresa del Marquesat otorgándoles el Premio a la mejor empresa de descontaminación del amianto del 2020 que cada año ofrece AEDED, la asociación española de descontaminación, corte y perforación, un colectivo creado para fomentar la profesionalidad de este gremio.

Ampliará la plantilla tras haber aplicado un ERTE

Este año también ha sido duro para Decersa. Incluso se ha visto obligada a aplicar un ERTE en su plantilla durante el estado de alarma. En menos de diez años,Decersa ha pasado de ser una empresa fundada por dos socios autónomos que realizaban los trabajos ellos mismos, a una gran corporación del sector que da trabajo a una amplia plantilla de trabajadores, y que actualmente necesita ampliarla para realizar es su trabajo más importante hasta el momento: el desmantelamiento del viejo hospital La Fe.

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