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La biblioteca de Alzira se llena de goteras seis años después de abrir

El ayuntamiento prevé una intervención «integral» para subsanar las filtraciones por las cristaleras que afectan a todas las plantas

Filtraciones de agua por las cristaleras en el último temporal. | LEVANTE-EMV

El edificio todavía es nuevo, ya que se abrió al público formalmente hace apenas seis años, pero cada vez que llueve afloran los problemas. El Ayuntamiento de Alzira se dispone a acometer una intervención «integral» en la biblioteca municipal para reparar las goteras de la cuarta planta y corregir las filtraciones que, a través de los amplios ventanales, se producen en todas las demás. La situación se repite prácticamente desde que se inauguraron las instalaciones, todavía bajo el mandato de Elena Bastidas (PP), aunque se ha agravado con la intensidad y frecuencia de los últimos temporales. El gobierno municipal, que augura que el coste de la reparación será elevado, ha abierto una partida en el presupuesto de 2021 que dotará de fondos cuando los técnicos cuantifiquen el importe de la intervención.

El alcalde de Alzira, Diego Gómez, y el concejal de Hacienda, Albert Furió, alertaron de los problemas que arrastra la biblioteca durante la presentación de los presupuestos municipales del próximo año. Furió llegó a señalar que la bibliotecta presenta «deficiencias estructurales» y advirtió de que la reparación que precisa «no es cuestión de una obra menor». «Hay que hacer una intervención integral, hay goteras y la construcción presenta deficiencias», relató el edil, mientras el alcalde apuntaba además problemas de accesibilidad ya que, según dijo, a la última planta solo se puede subir con ascensor.

El concejal de Cultura, Alfred Aranda, detalló a Levante-EMV que la biblioteca presenta «muchas carencias» en forma de filtraciones de agua por las cristaleras que, en algunas estancias, ocupan toda la pared. «Cada año se han ido haciendo reparaciones para salir del paso, pero con las últimas lluvias torrenciales nos hemos visto obligados a crear una partida de inversiones para acometer esta reforma», expuso el edil. El gobierno ha abierto una partida simbólica de un euro, que prevé implentar cuando se confirme que puede disponer del remanente de los últimos años.

La construcción de la nueva biblioteca fue impulsada por el anterior gobierno del PP a través de un convenio urbanístico por el que una constructora debía costear las obras como contraprestación por la recalificación del solar del antiguo Cine Piscina, que pasaba a adquirir la condición de residencial.

La finalización del nuevo inmueble de cuatro plantas se retrasó más de lo previsto y, finalmente, el ayuntamiento tuvo que realizar una aportación de 290.000 euros para acabar la construcción de unas instalaciones que, con casi 2.000 metros metros de superficie útil, venían a sextuplicar el espacio disponible en la antigua biblioteca integrada en la casa de la cultura. La nueva biblioteca abrió formalmente sus puertas en septiembre de 2014 y el ayuntamiento cifró entonces en tres millones de euros la inversión.

Alfred Aranda señaló que, en la actual coyuntura sanitaria, otro problema detectado es la ausencia de ventanas para garantizar la ventilación del aula de estudio, que permanece cerrada.

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