La incidencia de la Covid-19 en la comarca, que había generado un cierto alivio durante los últimos días al descender el número de casos, se mantiene por debajo de los topes fijados por las autoridades saniatrias pero en ningún caso registra una disminución progresiva y contundente en el número de contagios que permita recuperar la confianza. Muy al contrario, el número de infectados en las poblaciones que mayor preocupación han despertado en las últimas semanas (Algemesí, Alzira o Carlet o l’Alcúdia) se mantiene al alza o más no menos estalizado en unos índices que todavía están muy lejos de los que podrían aceptarse como óptimos. Y además, las autoridades se mantienen temerosas de que el largo puente festivo de la Constitución y la Inmaculada, que ha incrementado mucho las relaciones sociales, pueda provocar un repunte que no comenzará a aflorar en las estadísticas hasta la semana que viene.

De hecho, tanto Alzira como l’Alcúdia han anotado en los últimos días un avance en el número de infectados. En el caso de la capital de la Ribera Alta, las cifras indican una ligera subida de casos, ya que se ha pasado de 243 a 293 positivos confirmados con pruebas PCR por cada 100.000 habitantes. Además, en los últimos tres días hay 17 positivos (35 la semana pasada), y en total se registran134 casos activos.

«Esta semana tenemos datos ligeramente más altos, todavía por bajo del 300 casos, pero hay que ser muy cautelosos de cara a los próximos días y cumplir las normas. Necesitamos que se evite la acumulación de personas y los lugares cerrados, optar preferentemente por las actividades al aire libre y reducir la movilidad a la estrictamente necesario», subrayó ayer el alcalde de Alzira, Diego Gómez.

La mejora de la evolución del volumen de contagios en Alzira propició anteayer la reapertura de parques, jardines y zonas de juego infantil, también de las instalaciones deportivas, con el aforo indicado por la conselleria y la recuperación de las actividades que se ofrecen en la Biblioteca Municipal o la Casa de la Cultura.

Por lo que respecta a l’Alcúdia, se han acumulado 48 casos en los últimos 14 días, lo que implica un aumento de cinco contagios respecto a la semana pasada. La prevalencia se sitúa ahora en los 394 casos por cada 100.000 habitantes, unas cifras que aunque se alejan de las quinientas que obligan a aplicar severas restricciones a la movilidad, se sitúan todavía por arriba de lo recomendable. El alcalde, Andreu Salom, se mostró ayer preocupado por haberse roto la tendencia a la baja y atribuyó el repunte a las celebraciones sociales del puente festivo de Sant Andreu, patrón del municipio.

«Si la próxima semana continúan los índices de contagios al alza y se suman más casos por el efecto del puente de diciembre, será preocupante y, posiblemente, Salud Pública solicitará que se aumenten las restricciones», lamentó ayer el alcalde.

Carlet ha rebajado hasta los 52 los casos activos, por lo que la tasa de incidencia se sitúa ahora en los 328 por 100.000 habitantes. «No se puede hablar todavía de una tendencia a la baja, ya que a partir de la próxima semana se espera un repunte de casos por el puente de diciembre», alertó ayer la alcaldesa, Maria Josep Ortega, que ha preferido mantener las restricciones activadas hasta el día 17 por precaución. «Se ruega a la ciudadanía que no baje la guardia de las medidas sanitarias para poder tener una Navidda sin Covid», subraya Ortega.

Ventanas abiertas y sin calefacción en aulas de Carlet

El Partido Popular de Carlet reprochó ayer a la alcaldesa del municipio, Maria Josep Ortega, que el ayuntamiento «todavía no haya realizado gestiones para la puesta en marcha de la calefacción en el colegio público Sant Bernat pese a que los niños permanecen en el aula con las ventanas abiertas en pleno invierno para cumplir la normativa sanitaria impuesta para pevenir contagios de la covid 19.

La portavoz municipal del PP, Laura Sáez, criticó que la «deficiente» gestión del gobierno local ya provocó al inicio del curso que se retrasara la apertura del comedor escolar ante el cambio de combustible previsto, que debe pasar de gasoil a gas natural y lamentó que todavía no se haya resuelto el trámite para contratar el gas, una circuntancia que obliga a que los «setecientos alumnos del colegio estén en clase sin calefacción justo cuando ahora es más necesaria que nunca».

Los brotes dedectados en el ámbito educativo ya han obligado a tomar medidas preventivas en numerosos centros docentes de la comarca. El último en constatar un brote ha sido el colegio María Auxiliadora de Algemesí, donde el positivo de un alumno de una clase de dos años ha obligado a confinar en sus domicilios a todos los niños del aula.