Está en forma Fernando Sierra (Alzira, 1950). Delgado, atlético, no duda en ofrecerse a hacer unos toques de balón en el interior de su tienda de deportes en el barrio de Venecia de la capital de la Ribera, y lo hace de maravilla. Uno de los futbolistas más importante que ha dado la ciudad fue homenajeado ayer en el Gran Teatre de Xàtiva junto al resto de la plantilla en la celebración un tanto anticipada del 50º aniversario del histórico ascenso del Olimpic de Xàtiva a Tercera Nacional, hoy Segunda B, en 1971. El 29 de junio de aquel año, en un tercer partido de desempate en el José Zorrilla de Valladolid ya que no existían las tandas de penaltis, Sierra anotó el gol del Olímpic ante el conjunto asturiano de Pola de Siero. Luego, el alcireño gozaría de una importante carrera que le llevaría al Levante UD y a jugar varios años en primera con el Granada CF.
«Yo creo que fue el año que más disfrutamos jugando al fútbol todos; éramos muy jóvenes, de 19, 20, 21 años la mayoría... Úbeda era el único más mayor», explica. «Además del gol en Valladolid, yo fui el máximo goleador del equipo y recuerdo que me dieron un trofeo Amadeo [Pla, el presidente] y Tomás Vinaches, el secretario». Curiosamente, Vinaches sería quién años más tarde, en el 76, cuando estaba de directivo en el Levante, se lo llevó a Orriols. Allí estuvo Sierra seis temporadas y coincidió con dos setabenses, Juano y José, así como con Johan Cruyff, el rutilante fichaje del Levante que en el año 1981 sorprendió al mundo.
Irse al Levante fue una decisión dura, rememora . Si seguía en el Granada, continuaba en primera división un cuarto año. Y además le quería fichar el Málaga, también en primera. «Pero Vinaches me convenció. Y el Levante me pagaba bien, un millón de pesetas por temporada. Eso era mucho», dice.
De su paso por Xàtiva, recuerda la gran ilusión que supuso aquel ascenso. «Se vivía de otra forma; era un ascenso del equipo pero también de toda la ciudad. Ya ni me acuerdo de las celebraciones que hubo... Era todo una euforia», explica. Sierra rememora que, pese a todo, el club era muy modesto. Y sin duda, admite que significó el espaldarazo a su incipiente carrera. Pero no el ascenso sino las dos temporadas más que hizo en el Olímpic, hasta 1973. Con 23 años, el luego famosísimo agente futbolístico Alberto Toldrá se lo llevó al Granada. Fueron tres temporadas en primera en las que el alcireño se codeó con las grandes estrellas de la época y vivió «algunos partidos memorables», dice, como uno que «no sé por qué recuerdo especialmente, ante la Real Sociedad contra Satrústegui, Idígoras, Boronat...», rememora Sierra a sus 70 años. Las lesiones no le respetaron mucho. En el Granada estuvo en dique seco cuatro meses por una de ellas. «Pero yo era muy luchador, lo mío era fuerza. De juvenil, llegué a jugar con ficha falsa en el juvenil y en el primer equipo del Racing de Algemesí dos partidos el mismo día, por la mañana y por la tarde. Varias veces», confiesa el jugador, que se retiraba en 1983 en el Alginet tras un breve paso por la UD Alzira de su ciudad.
Un tanto para la historia
El Olímpic se ganó un puesto para jugar la promoción de ascenso a categoría nacional como segundo clasificado: por delante del Alzira y el Burriana, y detrás del campeón, Benicarló. En la Murta, en medio de un ambiente extraordinario, el equipo de Xàtiva venció a su rival, el Pola de Siero (2-0) el 20 de junio. Pero en Siero, siete días después, el resultado fue idéntico. Se asignó un campo neutral, el Zorrilla de Valladolid, para desempatar dos días después. Con el 0-0 en el marcador y a cinco del final, Javi interceptaba un peligroso ataque del Siero y daba un pase a largo a Serra. Este entregó el balón a Franco, que se interna y centra para que Juano le pegue. Pero el de Xàtiva, hábilmente, abrió las piernas para dejar pasar el balón y que golpeara Sierra, que venía de atrás. Golazo. «Y entonces, la gloria», recuerda emocionado el jugador de Alzira.
El homenaje a la plantilla de la temporada 1970-71 lo organizó el ayuntamiento y la Associació Esportiva Murta que preside Javier García Paños, entidad especializada en promover actos conmemorativos en torno al mundo del deporte, pero en especial del fútbol. El alcalde de Xàtiva, Roger Cerdà, y el presidente de la Federación Valenciana de Fútbol, Salvador Gomar, presidieron el acto.
Un hito deportivo que Xàtiva vivió en directo gracias a Radio Alzira
Unos pocos héroes viajaron a Siero en autobús a ver a su Olímpic. Cabe imaginarse las carreteras de 1971 del norte de Madrid para arriba. Una segunda tanda de aficionados decidió viajar a Valladolid al partido de desempate. Pero miles y miles de seguidores vivieron el asenso a través de la radio. A través de Radio Alzira, emisora que se escuchaba en Xàtiva en los 70 hasta que en los 80 la ciudad volvió a tener emisora local propia con la llegada de Antena 3, hoy la SER. El partido la radió Vicente Pérez, fallecido años atrás. El técnico que viajaba con él, también locutor y años más tarde director de la emisora, era Alfonso Rovira, periodista alcireño de referencia y columnista de la edición de la Ribera Levante-EMV desde 1991.
Rovira está a punto de cumplir 90 años —«el 23 de febrero próximo», presume— pero es todo vitalidad, memoria y desenvoltura. Además de por su época en Radio Alzira y las frecuentes incursiones en Xàtiva, es muy conocido en la ciudad porque acude los fines de semana y en verano desde hace décadas a su posesión en la capital de la Costera, el Corral de Albelda.
«En el partido de Valladolid yo llevaba una cámara con un teleobjetivo de 200 y capté el gol», explica orgulloso. Efectivamente, la imagen se reproduce en el libro editado por los organizadores del aniversario. Rovira, que es uno de los que ideó esta celebración, recuerda que «aquello fue el sentir de toda una ciudad». Y recalca que Ángel Patiño instaló en la terraza San Remo, en la Albereda, unos altavoces para que la gente siguiera la retransmisión del partido. Además del material fotográfico de aquella eliminatoria, Rovira conserva los audios grabados para la emisora. «Hay entrevistas a Sierra, a Lelé [el entrenador], a Vinaches, a Amadeo Pla... Se lo he cedido todo a García Paños», añade, para así ayudar a que el libro del aniversario, —Memòria a triple partit, se titula— sea el documento total de todo lo que sucedió aquellos días de hace 49 años.
Rovira recuerda que «cuando Sierra hizo el gol, toda la gente de Xàtiva saltó al campo». Y evoca con cariño las celebraciones. «A Lelé lo tiraron vestido a la piscina Murta, pero luego fueron todos para dentro». Anoche no quiso perderse un aniversario del que fue espectador privilegiado y protagonista.
