La carrera futbolística de Pablo Marí no puede parecerse más a una montaña rusa. El de Almussafes ha tenido que hacer frente a una serie de altibajos que minarían la moral de cualquiera. Pero ya puede decirse con propiedad que está de vuelta tras su aparición en el derbi londinense que enfrentó el pasado fin de semana a Arsenal y Chelsea, con triunfo para los «gunners».

El almussafense Pablo Marí ha pasado de encadenar cesiones en equipos modestos del fútbol español, en lo que parecía una carrera que se alejaba cada vez más de la élite, a hacer historia en Brasil y acabar fichando por uno de los grandes históricos del balompié inglés (y europeo) como es el Arsenal. Su fichaje por el Flamengo fue uno de esos movimientos que algunos calificarían como un paso atrás pero que sirvió para que el defensa ribereño lograse continuidad en su juego y títulos: la liga brasileña y la Copa Libertadores.

Cuando parecía que había tocado techo llegó el Arsenal y lo incorporó a sus filas durante el pasado mercado invernal. Tras un periodo de adaptación, Mikel Arteta comenzó a darle minutos ante los grandes déficits defensivos que padecía el conjunto de Londres. Pero todo se torció, cómo no, con la llegada de la pandemia y la suspensión de las competiciones deportivas, que lastraron buena parte del que podría haber sido el mejor año, a nivel deportivo, para el central zurdo.

Paso previo por el filial

Superado el periodo de cuarentena, la Premier League regresó y con ella Pablo Marí. No iba a tenerlo nada fácil en la vuelta a la competición, ya que el 17 de junio se vio las caras ante el Manchester City de Pep Guardiola. El de Almussafes partió como titular pero solo aguantó sobre el césped 24 minutos. Una lesión en el tobillo le apartó del partido y le ha tenido casi medio año alejado de los terrenos de juego. De hecho, no pudo tomar parte en la conquista de los dos títulos que lograron los «gunners» el pasado verano: la FA Cup y la Community Shield.

Con paciencia, esfuerzo y trabajo, Marí se recuperó. A finales de noviembre participó de nuevo en un partido oficial, aunque lo hizo en el segundo equipo del Arsenal, con el que disputó hasta dos partidos antes de volver a jugar en la Premier League. Arteta también le dio la oportunidad en competición continental. En su regreso con el primer equipo, el 3 de diciembre, anotó uno de los cuatro tantos que los del norte de Londres anotaron al Rapid Viena. Una semana después apareció de nuevo en el once titular del técnico español y los «gunners» completaron un pleno: seis victorias en seis encuentros en la fase de grupos de la Europa League.

No obstante, los buenos resultados europeos nada tenían que ver con la imagen ofrecida en la competición doméstica. El Arsenal encadenó malos resultados desde su victoria por la mínima al Manchester United el 1 de noviembre. Una nefasta racha con la que llegar al derbi frente al Chelsea, en el que suponía el regreso de Marí a la Premier League. Pero el fútbol no es una ciencia exacta. Aunque los de Frank Lampard llegaban mejor posicionados en la tabla, sucumbieron ante los de Arteta. Un triunfo sobre el que el de Almussafes puede cimentar su trayectoria en la élite. Si la pandemia y las lesiones le dejan desplegar sus cualidades, claro.