Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los jabalíes abatidos en Alzira se disparan un 70 % en solo dos años

Las capturas suben un 14 % en la última anualidad

Un agricultor muestra un campo escarbado por jabalíes. | LEVANTE-EMV

Si la población de jabalíes que habita las montañas y los cauces de ríos y barrancos del término de Alzira es proporcional a los ejemplares que abaten los cazadores a través de las esperas nocturnas, ésta, literalmente, se ha disparado en los últimos dos años. La Asociación de Cazadores computa hasta el 14 de diciembre 270 piezas capturadas, una cifra récord desde que los aficionados realizan un seguimiento a través del laboratorio de referencia al que, mayoritariamente, recurren para realizar las determinaciones de triquina y conocer si la carne puede ser consumida. Estos 270 ejemplares analizados representan un aumento de casi el 15 % respecto del año anterior, en el que la farmacia contabilizó 236 pruebas, pero del 73 % en comparación con el año 2018 en el que se realizaron 156 análisis, lo que entonces supuso una de las cifras más altas de la década. En los últimos doce años se han analizado en torno a 1.720 piezas abatidas.

Los registros de 2020 se producen, además, en un año en que la pandemia del coronavirus impuso el confinamiento de la población durante casi tres meses en los que tampoco se podía salir a cazar. Por otra parte, esta estadística ofrece una visión incompleta ya que no todos los aficionados recurren al mismo laboratorio y tampoco todas las capturas se analizan. El dato, no obstante, es relevante y permite vislumbrar la magnitud de la población de jabalíes.

Primavera lluviosa

«Todos los años aumenta el número de piezas capturadas. Este año ha habido una primavera buena de lluvia y han tenido alimento por todos los sitios. Antes estaban en la montaña, pero ahora ya se encuentran en cualquier zona con maleza, en el cauce del río..... Tienen un hábitat perfecto para reproducirse y están llegando incluso a los campos de arroz», expone el presidente de la Asociación de Cazadores de Alzira, José Antonio Ferrer.

La creciente población de jabalíes ha provocado en los últimos años repetidas quejas de agricultores por los daños que provocan en sus cultivos -escarban a los pies de los árboles, que en ocasiones han llegado a derribar; agujeran gomas del riego por goteo en busca de agua y deshacen margénes y muros cuando trepan en manada- y, más recientemente, como adelantó Levante-EMV, incluso también en las cosechas ya han en algunos pueblos ya se comen las clementinas más maduras que arrancan del árbol. Muchos agricultores han optado por vallar sus parcelas para evitar estos daños.

El otro gran peligro de la proliferación de jabalíes son los accidentes de tráfico que provocan al cruzar en sus salidas nocturnas carreteras tan transitadas como la CV-50, donde se han dado casos recientes.

Los cazadores son el único depredador de esta fauna salvaje que algunos califican de plaga y, según detalla Ferrer, las esperas se han demostrado como el sistema más efectivo para intentar controlar la población de jabalíes. Consiste en establecer unos puntos fijos de vigilancia junto a unos cebaderos a los que se intenta atraer a los jabalíes. «Se ha hecho algún gancho, pero no están dando tanto resultado como las esperas, porque hay mucha leña en las montañas», explica el presidente de la asociación, mientras detalla que la mayoría de las capturas se produce en la Barraca o El Racó de les Vinyes, en el entorno de la Murta, un espacio protegido, y en menor medida en la Garrofera.

«Con la gente que va a la Murta o la Casella, las crías de jabalí se están acostumbrando a los ruidos y a la presencia humana. Antes ante cualquier ruído salían por todas partes. Hoy en día, se van acercando más, y se han expandido de tal forma por la zona de huerta -en el entorno de Xúquer o el río Verde- que hay jabalíes que ya no conocen la montaña», señala José Antonio Ferrer.

Los cazadores han solicitado al ayuntamiento que habilite un pequeño recinto con cámaras de frío y zona de despiece para poder aprovechar la carne bien para comedores sociales o para su venta.

Compartir el artículo

stats