Llegan las primeras consecuencias para la vida diaria de los habitantes de Sollana después de decretarse el confinamiento del municipio al dispararse el número de casos positivos de coronavirus. Después del anuncio del cierre perimetral de la localidad decretado por parte de la Generalitat, el ayuntamiento ha constituido el Centro de Coordinación Operativo Local (CECOPAL), órgano que evaluará las actuaciones que se llevarán a cabo en en la población mientras continúe vigente la situación de emergencia, que también va a afectar a los escolares.

Aunque la Generalitat ha descartado retrasar la vuelta en los colegios, el consistorio, después de escuchar a los sanitarios y hablar con la dirección de los centros docentes, ha decidido aplazar la vuelta a las aulas hasta el día 11 de enero. La medida se ha adoptado en vista de la previsión meteorológica que se anuncia para esta semana con la intención de valorar mientras tanto la situación epidemiológica del municipio y fijar las prioridades.

Las medidas decretadas por la Generalitat entran hoy en vigor por lo cual se cerrará la hostelería y la restauración, las restricciones de movilidad nocturna se avanzarán a las 10 de la noche, se reducirá al 30% el aforo del comercio y al 50% los establecimientos esenciales, se suprimirán todas las actividades públicas y tampoco se permitirá la entrada a parques y jardines.

La Policía Local, en la colaboración con la Guardia Civil y la Policía Autonómica, controlarán el estricto cumplimiento de todas las medidas decretadas, tanto en locales y establecimientos como en la vía pública. También estarán bajo lupa las posibles reuniones de personas en lugares privados para poder garantizar que no se está incumpliendo ninguna de las restricciones aprobadas.