Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El mordisco de la solidaridad

Persigue un "desarrollo humano responsable"

Miles de quilos de comida recogidos por MOSS para las familias más necesitadas. | J. GIMENO

MOSSolidaria, la ONGD sin ánimo de lucro impulsada por dos cullerenses, se ha volcado en la sensibilización, el voluntariado, el desarrollo y la integración de los más desfavorecidos y vulnerables para conseguir un mundo mejor y más equitativo. La fundaron el 27 de junio de 2018 Mari Olcina, Christian Careaga y Víctor Pareja con la misión de contribuir al desarrollo sostenible de las personas, los pueblos y el planeta.

«La idea surgió a raíz de los viajes solidarios que hacíamos una vez al año y por ello comencé a estudiar Nutrición Humana y Dietética en 2008; en 2009 visitamos Libia, donde llegaban miles de refugiados de los países vecinos, y decidimos ponernos en marcha como ONGD para cubrir varias necesidades esenciales de los más desfavorecidos, especialmente de los niños y niñas de países pobres. Y ahora también en occidente hace falta esa asistencia», relata Mari Olcina.

La entidad está abierta a gente de todas las edades, continentes y razas, que estudien, investiguen, enseñen, creen y trabajen para lograr la equidad. «Podemos contribuir con nuestras acciones profesionales a lograr el desarrollo de las capacidades y la mejora de la calidad de vida de miles de personas. Queremos incidir en la sociedad desde una acción y cultura de paz por el desarrollo humano responsable», enfatiza Olcina. 

MOSS pisa el terreno, investiga la situación real, valora las necesidades y actúa para cubrir las insuficiencias de cada colectivo. Busca en la calidad humana de las personas la fuente de inspiración «para apoyar sus acciones solidarias y altruistas, preocupándose del respeto sociocultural, la diversidad y fomentando la reconstrucción social a través de una ciudadanía global y responsable, consciente, crítica y comprometida ante la injusticia, la inequidad y la pobreza». 

Proyectos internacionales

Uno de sus frentes, por el que se han dado a conocer en Cullera y en la comarca, ha sido la recogida y reparto de alimentos a familias vulnerables. Solidaridad que vienen realizando desde antes de la pandemia, pero que con la llegada del coronavirus ha alcanzado cifras inimaginables. En la última macrorecogida solidaria realizada con la colaboración de casi de 30 asociaciones y entidades locales llegaron a recoger más de 5.000 kilos de alimentos no perecederos que se están repartiendo entre casi un centenar de personas que se encuentran en el umbral de la pobreza.

Pero, desde hace año, también trabaja en los campamentos de refugiados saharauis y en Etiopía. En este último país, en concreto en el poblado de Gimbichu, a 72 km de la capital Adis Abeba, a través de un comedor se están salvando vidas. Se atiende a 60 niños, a sus madres y a las mujeres lactantes del poblado. «Es un país en el que se vive de aquello que se siembra y los continuos cambios de clima hacen que, con demasiada asiduidad, las cosechas se estropeen, quedando sin nada con que alimentarse, y ahí es donde entra en acción nuestro comedor», concreta. La línea de trabajo de MOSSolidaria comienza en el pozo, con la consecución del agua, para poder llevarla al huerto donde plantan la base de su alimentación. En mente de Olcina está la construcción de una escuela.

Transformar la sociedad 

Otra de sus metas se basa en la nutrición, en colaboración con la Universitat de Valencia, con un ambicioso proyecto en el que los becarios forman parte de la necesidad de aplicar una correcta alimentación. Este programa tiene su base en el Grao de Castellón, donde los alumnos empiezan a poner en práctica lo aprendido en las aulas para trasladar esa experiencia en sus viajes a África. Segun Olcina, sus acciones de sensibilización y movilización van dirigidas a estimular la responsabilidad compartida: «Nos interesa trabajar en red, en alianza con otros países, colectivos e instituciones, con otras personas dispuestas a compartir objetivos y acciones a favor del Desarrollo y los Derechos Humanos».

Un objetivo claro: los niños

El objetivo en la pandemia estaba claro para Mari Olcina: «Cuando comenzamos el confinamiento fuimos pensando en esos niños y niñas que dejaron el lugar más seguro, que es el colegio, porque también les garantiza comer una vez al día de manera equilibrada. No solo recogemos alimentos sino que nos prepocupamos de que les lleguen a los niños y niñas de las familias más necesitadas ».

Compartir el artículo

stats