Cuatro ayuntamientos de la Ribera -Algemesí, Almussafes, Benifaió y Sollana- han suspendido dos días la actividad lectiva al considerar que las bajas temperaturas provocadas por el temporal de frío y la necesidad de ventilar las aulas para evitar contagios por Covid-19 imposibilitan la actividad habitual en los centros educativos. Los gobiernos de Alberic o Sueca han justificado que colegios e institutos permanezcan abiertos alegando que la decisión de suspender las clases por el frío corresponde a la Conselleria de Educación mientras que el Ayuntamiento de Albalat de la Ribera recomendaba ayer a los padres de los alumnos que asisten a las denominadas «escoles velles», de tercero a sexto de Primaria, que en la medida de sus posibilidades no lleven a sus hijos a clase hasta que se repare una avería en el sistema de calefacción que impide utilizar la caldera de pellet. Otros alcaldes han desoído las peticiones elevadas desde algunos centros docentes para que se suspendieran las clases.

Las autoridades municipales han reaccionado de forma dispar ante el temporal de frío que anunciaba para la madrugada de hoy mínimas bajo cero y, en todos los casos, la decisión ha alimentado un debate que ha elevado la temperatura en las redes sociales con voces críticas que o bien no entienden la suspensión de las clases ante el problema que genera a las familias -dejar a los niños con los abuelos representa un riesgo en la actual situación de pandemia-, o bien la reclaman si en su pueblo no se ha decretado, mirándose en el espejo de un municipio vecino.

El abanico de reacciones también incluye alternativas como adelantar el encendido de la calefacción en los centros para que cuando los alumnos lleguen a clase se encuentren con temperaturas más amables o, como en el caso de Alzira, compartir la guía para la ventilación de las aulas elaborada por la Conselleria de Educación para garantizar la seguridad, que contempla la apertura de ventanas unos minutos cada media hora sin necesidad de mantenerlas abiertas todo el día, y aprovechar intervalos como el cambio de clase para propiciar una ventilación cruzada.

La Conselleria de Educación recordó ayer que la competencia para suspender las clases por alertas meteorológicas «justificadas» como grandes nevadas, inundacines o situaciones similares que afecten a la seguridad ciudadana de un municipio es de la alcaldías y, si bien incidieron de que se trata de una medida «totalmente extraordinaria». Fuentes del departamento de Vicent Marçà defendieron que las medidas de ventilación que contempla el protocolo se consideran suficientes para compaginar la seguridad con la ola de frío, si bien también indicaron que su alcalde decreta la suspensión en base a esos criterios de seguridad ciudadana nada pueden hacer.

Por otra parte, el PSOE de Sollana reclamó ayer al gobierno municipal la reparación de la caldera del colegio López Marco que, según denuncia, no funciona desde el mes de noviembre «y es absolutamente necesaria para mantener las aulas a una temperatura superior a los 17 º C , que es lo que exige la conselleria como una de las medidas imprescindibles para que se pueda dar clase presencial», una situación que, según alerta, se está incumpliendo. El PSPV critica la pasividad del gobierno municipal y plantea la suspensión de las clases a partir del miércoles día 13, cuando se deberían reanudar, informa Joan Gimeno.

Carlet enciende la calefacción de los colegios las 24 horas

La calefacción de los colegios de Primaria de Carlet se mantendrá encendida las 24 horas del día mientras dure el temporal del frío para poder compatibilizar la presencia de los alumnos en clase con las medidas de prevención del Covid que obligan a una ventilación continuada, según anunció ayer el ayuntamiento, que ha instado a los centros de Secundaria a que adopten medidas similares. Durante el fin de semana ya se encendió la calefacción en los tres colegios de Primaria de Carlet y desde ayer se mantiene todo el día para evitar que se desplome la temperatura en el interior.