La atípica persistencia de las bajas temperaturas ha prolongado la vida del albergue que Cruz Roja y el Ayuntamiento de Alzira habilitaron la noche de Reyes en el pabellón deportivo Pérez Puig. Las olas de frío suelen durar pocos días. Pero esta situación es bien diferente y por ello requiere de un protocolo mayor. De ese modo, también durante esta semana, se garantiza un lugar en el que las personas sin hogar pueden resguardarse de las horas más frías del día.

Aunque, como ya avanzó Levante-EMV, la asistencia durante los primeros días fue muy tímida, con el paso del tiempo han sido varias las personas que han pasado la noche en las instalaciones deportivas. Una de ellas, de hecho, ha pernoctado de manera asidua mientras que otras solo se han dejado ver una noche.

«La primera semana nos preocupaba mucho que se juntaran el frío y las lluvias, pero aunque las lluvias hayan finalizado, la temperatura de estos días está siendo infernal», comentaba Asu García, directora técnica de Cruz Roja en Alzira, sobre la situación climatológica vivida en los últimos días. El mercurio no ha dado tregua durante las pasadas noches y los termómetros se han situado, incluso, por debajo de los cero grados en más de una ocasión.

Aunque los voluntarios que han propiciado la activación del protocolo contra el frío no se han visto sobrepasados por las circunstancias (de hecho, se esperaba que la mayor afluencia se produjera en estos días finales tras la detección de alguna persona sin recursos por parte del departamento de Servicios Sociales), pueden contar que ayudaron a salvar a un vecino. La Policía Local se encontró con un transeúnte que presentaba claros síntomas de hipotermia. Tras trasladarlo al hospital, los sanitarios confirmaron que no necesitaba tratamiento alguno pero sí pasar la noche en un lugar resguardado, por lo que lo llevaron al albergue instalado en el polideportivo, donde recibió el kit habitual: bebida caliente, productos para el aseo personal y una manta.

Medidas contra contagios

El albergue está preparado no solo para combatir el frío sino también para evitar cualquier contagio de Covid. La mascarilla, la distancia social y el gel son dos elementos indispensables que se suman a un protocolo interno de los voluntarios y, por supuesto, a las tareas de desinfección. Las personas que pernoctan pueden quedarse las mantas y, en caso de confirmar que no volverán allí, sus camas se desinfectan para que se puedan volver a utilizar.

Ropa y billetede tren para uno de los transeúntes

El albergue montado en Alzira solo permanece abierto por las noches, pero los voluntarios de Cruz Roja ofrecen una ayuda que va más allá de la pernoctación. Los transeúntes que allí acuden pueden quedarse la manta que se les ofrece para dormir. Uno de ellos, trasladó a los voluntarios la necesidad de llegar hasta València, por lo que le ofrecieron dinero para que pagase el billete y algo de ropa para que continuase con su viaje en unas condiciones más propicias.