El historial no era el más favorable. La tendencia del rival tampoco acompañaba. Pero el Alzira se deshizo con más comodidad de la esperada del Paterna en su visita al Gerardo Salvador. Los duelos entre ambos de los últimos años han sido siempre reñidos y los de l’Horta llegaban al partido como reyes del empate. Ni una cosa ni otra afectaron a su desarrollo y los de Dani Ponz sentenciaron a su contrincante poco después de regresar de vestuarios. Al final, un 0 a 3 que se convierte en su primera victoria del año.
En los primeros instantes de partido, todo hacía indicar que el encuentro sería emocionante. El Paterna fue el primero en generar peligro y lo hizo con un lanzamiento desde fuera del área, aunque no supuso un reto para Pawel, que atajó el esférico. La réplica del Alzira se produjo poco tiempo después. Adri controló el balón con el pie en la frontal con un gesto precioso, se dio la media vuelta para deshacerse de su par y, sin que el balón tocase el suelo, la ajustó al palo, donde no pudo llegar el meta rival.
Tras adelantarse en el marcador con apenas cuatro minutos disputados, el Alzira se encontró a un rival que no se arrugó. Buscó el empate, pero no estuvo todo lo acertado que le gustaría. Ambos conjuntos ejercieron muy bien su presión y el juego asociativo se hacía cada vez más complicado. A balón parado, por contra, el Alzira gozó de dos buenas oportunidades para agrandar su ventaja, concretamente a través de sendas faltas laterales, pero tampoco estuvo acertado. También disfrutó de ocasiones de peligro en saques de esquina, todas ellas malogradas. Todo hacía indicar que el resultado se mantendría inamovible, pero no por falta de insistencia de unos y otros.
Mauro, tras un pase en largo, tuvo uno de las más claras, pero su disparo se marchó fuera por poco. Cuando el árbitro estaba a punto de poner fin al primer tiempo, el Alzira logró enlazar una jugada y adentrarse en zona de tres cuartos. Soler encontró en el corazón del área a Guzmán que, tras un ligero trastabilleo, remató al fondo de las mallas. Un gol psicológico de manual, ya que el Paterna llegaba al descanso con una desventaja de dos tantos que hacía más cuesta arriba cualquier intento de, al menos, salvar un punto en casa.
Debut juvenil
Tras el paso por vestuarios, el Alzira sentenció el encuentro. Apenas había pasado un par de minutos desde su regreso al césped cuando una jugada por el costado derecho de Adri acabó en remate a puerta; el meta rival rechazó el balón, que cayó en las botas de Beli. No falló y puso el 0-3.
Ambos conjuntos dieron el partido prácticamente por acabado. Gozaron de ocasiones, pero en los dos banquillos se produjeron cambios muy pensados en dar descanso a los jugadores más habituales. De hecho, Ponz hizo debutar al juvenil Sergio González.
De ese modo, el Alzira dejó la puerta a cero, volviendo a demostrar que es una de las mejores defensas de su grupo de Tercera y, además se garantiza conservar el liderato una semana más. De hecho, este fin de semana descansa por calendario, pero cualquier resultado que se produzca no afectará a su primer puesto.
