A principios de esta semana comenzaron las obras de reforma de los pasillos del parque Central de Almussafes, una intervención urbanística con la que el ejecutivo municipal busca acabar con el encharcamiento de aguas producido por las lluvias. Esta situación, que se repite con cierta frecuencia, provoca numerosos inconvenientes, especialmente para las personas con movilidad reducida o diversidad funcional.

Está previsto que las obras, que se centrarán en la mejora del drenaje de las zonas pavimentadas, duren un mes. En ese periodo, la empresa adjudicataria eberá modificar la estructura del suelo de estos pasillos. Estas zonas de paso peatonal están terminadas con una capa de terreno natural compactado. Sin embargo, se trata de un terreno muy poco permeable. Eso, unido al alto nivel de compactación, hace que no se lleve a cabo un buen drenaje del agua proveniente de las zonas anexas pavimentadas.

Para resolver el problema, el proyecto propone la utilización de placas de contención de gravas, método que permite una terminación de arena y un óptimo drenaje de las aguas pluviales. Así, se utilizará adoquinado para la contención de las gravas en superficie y para la transición con las zonas pavimentadas existentes, de manera que se garantizará la accesibilidad y la supresión de las citadas barreras arquitectónicas.