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Nieve que tiñó la historia de blanco

En 1954 los copos cubrieron una capa de veinte centímetros de espesor mientras que en 1960 alcanzaron el medio metro

Nieve que tiñó la historia de blanco | FOTOS DE ALFONSO ROVIRA, GIMÉNEZ, PASCUAL FANDOS Y EXTRAÍDAS DE «ALZIRA. CRÓNICA DEL SIGLO XX».

Nieve que tiñó la historia de blanco

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Nieve que tiñó la historia de blanco

La nieve tiene un cierto atractivo que la lluvia no posee. Tras una nevada, las familias llevan a sus hijos a jugar. Eso no ocurre mientras llueve o después de llover pese a tratarse del mismo fenómeno atmosférico aunque más frío. El temporal conocido como Filomena ha dejado un manto blanco sobre buena parte del territorio nacional pero se ha olvidado de la Ribera. No obstante, si se echa la vista atrás, la nieve ha cuajado en diversas ocasiones en la comarca.

Recordar los temporales por nombres de mujer es algo bastante reciente. Antes, a la locución «ola de frío» se le añadían los adjetivos «polar» o «siberiano» y cualquiera sabía que el termómetro se desplomaría sin compasión. Según recoge en los sucesivos volúmenes de «Alzira. Crónica del siglo XX» el cronista de la capital ribereña, Aureliano Lairón, en los últimos setenta años se han producido diversos episodios de nevadas. Por ejemplo, en 1954. El 6 de febrero de ese año amaneció nevado como consecuencia de una intensa ola de frío. Las montañas de la comarca, como suele acontecer en este tipo de temporales, dejaban estampas preciosas. Sobre las calles se acumularon hasta 20 centímetros de nieve y se produjeron daños considerables en la agricultura.

No hubo que esperar mucho hasta la siguiente nevada. Los días 11 y 12 de enero de 1960. Un manto blanco cubrió la comarca, incluso en zonas costeras como Sueca o Cullera. En algunos puntos, la nieve llegó a alcanzar un espesor de cincuenta centímetros. Los daños fueron cuantiosos, con problemas de suministro eléctrico y de agua potable. El Gran Teatre de Alzira se llegó a desplomar. Además, el temporal se cobró la vida de Ángel Esteso, empleado de Renfe.

Unos meses después de la Pantanada de Tous se vivió una nueva nevada. El 12 de febrero de 1983 comenzó a nevar en Alzira a eso de las 6,30 horas de la mañana. Los copos se acumularon en las calles, aunque alcanzaron una espesor menor, unos diez centímetros. Al día siguiente también nevó, aunque lo hizo con menor intensidad.

Las más recientes

Casi dos décadas pasaron hasta la siguiente. Fue un 15 de diciembre de 2001, aunque no cuajó de forma homogénea en toda la comarca. En algunos puntos únicamente fue aguanieve. Pero en zonas más elevadas sí lo hizo, como en Murta y la Casella, el Puig Gros, el Realenc, la sierra de Corbera, el puerto de Tous o el de Càrcer. Su intensidad fue menor que algunas de las mencionadas anteriormente, ya que la capa de nieve que se llegó a formar fue muy fina en los cascos urbanos.

La última nevada fue en el año 2010, aunque posteriormente sí se han producido heladas o granizadas, como la de 2017. Un 8 de enero de 2010, la nieve cayó de nuevo sobre la Ribera, a primera hora de la mañana. Turís, Alzira, Carcaixent, Sumacàrcer, Montserrat o Real seguramente guarden en el recuerdo aquel episodio, que muchos pasaron de forma divertida en familia.

Historia en imágenes de las nevadas en la ribera. Aunque no es tierra propensa a ello, la comarca ha vivido diversas nevadas a lo largo de sus historia. 1 El desaparecido puente de Sant Bernat de Alzira, cubierto de nieve en 1960. 2 Manto blanco sobre el castillo y la montaña de Cullera (1960) 3 Nevada sobre Sueca en el 60. 4 La Murta durante el temporal de 2010. 5 La blanca montaña alzireña en 1983. 6 Una calle de Alzira a los pies de la montaña en 1960. 7 Pasarela sobre el Xúquer a su paso por Alzira (1954). F

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