Vendedores del mercado ambulante se manifestaron ayer en Cullera para reivindicar su derecho a trabajar frente al goteo de suspensiones de mercadillos por parte de los ayuntamientos para evitar contagios por coronavirus, a pesar de que el Consell permite su celebración con una limitación de aforo y aplicando las distancias de seguridad.

Los mercaderes consideran que se trata de una medida «injusta» y «discriminatoria» respecto del comercio sedentario cuando, además, desempeñan su actividad al aire libre y tienen previsto repetir esta protesta en Sueca y Algemesí. Si bien algunos ayuntamientos como el de Almussafes han vuelto a autorizar el mercado tras reubicarlo, el presidente de Avame, Miguel Ángel Viñes, estimó ya en cerca de 40 los mercados anulados tras la suspensión ayer de los de València.