La reunión entre respresentantes de las Fallas y el Ayuntamiento de Alzira ha fijado dos fechas como las preferidas a la hora de celebrar los actos de este año, suspendidas nuevamente por la situación sanitaria. Como adelantó Levante-EMV, se barajaban la quincena previa a las fiestas de Sant Bernat y la anterior a las de la Mare de Déu del Lluch. Finalmente se ha decidido que o sean entre el 16 y 18 de julio o entre el 10 y 12 de septiembre.

El presidente de la JLF, Jaume Bohigues, y el concejal de Fiestas, Xavier Pérez, encabezaron la reunión telemática, en la que participaron otros miembros de la ejecutiva y los presidentes de las 35 comisiones alzireñas. «Vamos a trabajar para que todo esté preparado y que la fiesta vuelva a la calle lo más pronto posible, siempre cuando las autoridades sanitarias lo permitan», destacó Bohigues.

El dirigente de la junta, además, subrayó que las fallas de Alzira suponen, no solo una tradición y una manifestación cultural, sino también «un motor económico que repercute en muchos sectores de la ciudad, que se han visto gravemente afectados por la parálisis obligada de la fiesta».

Una futura asamblea, aún por determinar, será la que decida la fecha definitiva tras abrirse ahora un periodo de reflexión. Por su parte, Pérez manifestó el apoyo del consistorio a las fallas de Alzira al garantizar que, llegado el momento, «se facilitarán los permisos necesarios para que los falleros puedan disfrutar de unafiesta que llevan esperando mucho tiempo».